Milei y el peronismo definen candidaturas y se alistan para una campaña clave en Buenos Aires


 Argentina

Javier Milei se prepara para una batalla electoral decisiva en el principal bastión del peronismo: la provincia de Buenos Aires. Con 17,5 millones de habitantes —casi el 38% del electorado argentino—, este distrito será el escenario central de las legislativas del próximo 7 de septiembre. El presidente apuesta fuerte con su alianza La Libertad Avanza y busca capitalizar la fractura opositora para consolidar su proyecto político.

Milei cerró filas con sectores del PRO y presentó una fórmula que combina discurso económico, mano dura en seguridad y figuras nuevas, como el excomisario Maximiliano Bondarenko, quien encabezará la boleta en la populosa zona suroeste del conurbano, terreno históricamente dominado por el kirchnerismo.

Enfrente estará Verónica Magario, actual vicegobernadora bonaerense, designada tras una ardua negociación entre Axel Kicillof y el kirchnerismo, que culminó con una lista única del peronismo en la madrugada del domingo. La postulación de Magario se concretó luego de que la Corte Suprema inhabilitara a Cristina Fernández de Kirchner por su condena en firme por corrupción. Las tensiones internas fueron tales que, debido a cortes de luz durante el fin de semana, la Junta Electoral extendió el plazo de registro hasta el lunes.

Ante la polarización creciente, una tercera fuerza intenta emerger: Somos Buenos Aires, una coalición moderada que agrupa a radicales y desencantados de ambos extremos. Sin embargo, las encuestas le atribuyen apenas un 5% de intención de voto y un reto mayúsculo: activar a un electorado desilusionado que podría inclinarse por la abstención, fenómeno ya visible en otras provincias.

Desde redes sociales, Milei definió la contienda en términos binarios: “Kirchnerismo o libertad”, “Pobreza versus progreso”, escribió al oficializar su lista. El mandatario sostiene que su gestión ha logrado frenar la espiral inflacionaria —que en 2023 superaba el 211% anual— hasta llevarla por debajo del 120%, con proyecciones de cerrar 2025 en torno al 30%.

Con ese argumento económico y una retórica de “orden y autoridad”, Milei apuesta por candidatos como Bondarenko, quien denunció el deterioro de la seguridad, el avance del narcotráfico y el abandono estatal. “Nuestra provincia fue la cuna del trabajo; hoy es la cuna del miedo y la impunidad”, expresó el actual concejal de Florencio Varela.

El peronismo, por su parte, presentará su gestión en Buenos Aires como contrapeso al “ajuste salvaje” de la Nación. La coalición Fuerza Patria buscará visibilizar el impacto del recorte fiscal sobre el empleo, los salarios, la infraestructura y los servicios públicos. En la zona norte del conurbano, Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura bonaerense y crítico del freno a la obra pública, encabezará la boleta frente al intendente libertario Diego Valenzuela.

Aunque Kicillof logró alinear a La Cámpora en distintas secciones de la provincia, el pacto peronista se sostiene con alfileres. Una derrota frente a Milei podría dinamitar la unidad interna y agudizar las disputas entre el gobernador y el kirchnerismo, especialmente con Máximo Kirchner, líder de la organización.

El peronismo aún conserva fuerza territorial, pero enfrenta una fragmentación que se agravó tras la derrota de Sergio Massa en 2023. Cristina Kirchner continúa siendo su figura más influyente, aunque con una imagen pública deteriorada. Kicillof, que alguna vez fue su protegido, se ha distanciado y promueve sin éxito una renovación partidaria.

La campaña ya está en marcha. Las cartas están sobre la mesa. La provincia de Buenos Aires volverá a ser el campo de batalla clave para definir el rumbo político de la Argentina.

Fuente: El País

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