Nobel de Medicina 2025 premia descubrimiento de las “células T reguladoras”, guardianas del sistema inmunológico
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El Premio Nobel de Medicina 2025 fue otorgado a Mary E. Brunkow, Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi por sus investigaciones sobre la tolerancia inmunológica periférica, un mecanismo clave que evita que el sistema inmunológico ataque al propio organismo. Este hallazgo ha permitido avances en tratamientos contra el cáncer, enfermedades autoinmunes y trasplantes más exitosos.
“Sus descubrimientos han sido fundamentales para entender cómo funciona nuestro sistema inmunológico y por qué solo algunos desarrollan enfermedades autoinmunes graves”, señaló Olle Kämpe, presidente del Comité del Nobel.
Los galardonados desarrollan su trabajo en Estados Unidos y Japón: Brunkow (1961) en el Instituto de Biología de Sistemas de Seattle, Ramsdell (1960) en Sonoma Biotherapeutics, San Francisco, y Sakaguchi (1951) en la Universidad de Osaka. El premio, de 11 millones de coronas suecas (aproximadamente 1,17 millones de dólares), se repartirá entre los tres.
El descubrimiento clave
El equipo identificó las células T reguladoras, conocidas como los “guardianes del sistema inmunitario”. Estas células supervisan otras células inmunitarias y previenen que ataquen los propios tejidos del cuerpo. Su descubrimiento permitió explicar por qué algunas cepas de ratones y humanos presentan enfermedades autoinmunes graves, relacionadas con mutaciones en el gen Foxp3.
Sakaguchi inició el hallazgo en 1995, cuando demostró que el sistema inmunológico cuenta con células capaces de controlar la respuesta autoinmune, desafiando la idea de que la tolerancia inmunológica solo dependía del timo. En 2001, Brunkow y Ramsdell identificaron el papel del gen Foxp3, y en 2003 Sakaguchi vinculó estas mutaciones con el desarrollo de las células T reguladoras.
¿Qué son las células T?
Las células T, o linfocitos T, son un tipo de glóbulo blanco especializado en detectar y eliminar patógenos o células infectadas. Cada célula T es altamente específica, lo que permite al sistema inmunológico generar una “memoria” frente a infecciones previas y responder con rapidez ante reinfecciones.
Existen diferentes tipos de células inmunitarias. Las células B producen anticuerpos, mientras que las células T pueden colaborar en la producción de estos anticuerpos o actuar como células asesinas para eliminar infecciones. Algunas se convierten en células de memoria, garantizando una defensa prolongada.
El estudio de las células T también resultó crucial durante la pandemia de COVID-19, al fundamentar el desarrollo de vacunas y tratamientos que optimizan la respuesta inmunitaria.
Fuente: BBC