Ximena Calderón, activista del Meta en Colombia se ha consolidado como una de las voces jóvenes más influyentes en la política regional. Con una sólida formación académica —Magíster en Gobierno Municipal y especialista en Desarrollo Urbano y en Entidades Territoriales— su trayectoria combina experiencia institucional, liderazgo comunitario y vocación de servicio.
Su camino en la vida pública no ha estado marcado por la improvisación, sino por una convicción clara: la política es un medio para transformar realidades y abrir oportunidades para la gente. A lo largo de su carrera, ha impulsado causas ligadas a la equidad de género, la educación de calidad, el desarrollo rural sostenible y la participación ciudadana, especialmente de jóvenes y mujeres.
En entrevista con la revista Sufragio, Calderón expone las motivaciones que la llevaron a vincularse activamente a la vida política, los valores que definen su liderazgo y los desafíos que enfrenta el Meta en materia de desarrollo y equidad. También comparte su visión sobre la comunicación política como herramienta de confianza entre ciudadanía y representantes, y reflexiona sobre el papel que tienen espacios como la Cumbre de Comunicación Política en la formación de nuevas generaciones de líderes.
Vocación de servicio, visión y trayectoria
- Ximena, ¿cuáles han sido las motivaciones que la han llevado a vincularse activamente a las causas sociales y políticas del país?
Desde muy joven entendí que la política no es un fin, sino un medio para transformar vidas. Crecí viendo las necesidades de nuestro territorio y sintiendo que no podía quedarme de espectadora. Cada causa que he asumido nace de la convicción de que el servicio público es un acto de amor por la gente y de responsabilidad con nuestro futuro.
- ¿Cómo se ha ido formando su visión política y cuáles considera que son los valores que la definen como lideresa?
Mi visión política se ha formado en la combinación de la experiencia en territorio, el trabajo institucional y la formación académica. Creo en la política que escucha, que entiende y que actúa con honestidad, transparencia y coherencia. La empatía, la disciplina y el respeto por la palabra dada son los valores que me definen.
- ¿Qué experiencias en lo académico, institucional o comunitario han marcado su compromiso con el servicio público?
He tenido la oportunidad de trabajar en programas de desarrollo social, de formación de liderazgos y de defensa de derechos, tanto desde el concejo municipal y asamblea como en espacios comunitarios. Ver los resultados tangibles de proyectos en educación, equidad de género y desarrollo rural me ha reafirmado que el compromiso con el servicio público es una forma de vida.
Compromisos y causas que la inspiran
- Usted ha sido una defensora visible de los derechos de las mujeres. ¿Cómo nace y cómo se fortalece esa causa en su vida?
Nace de historias cercanas y de ver cómo la desigualdad limita sueños. He acompañado a mujeres que, con apoyo y oportunidades, transformaron su realidad. Esa experiencia me hizo entender que la equidad no es solo una meta, sino una obligación ética y política.
- ¿Qué retos observa para avanzar en la equidad de género en Colombia, especialmente en regiones como el Meta?
El reto principal es cerrar las brechas en acceso a educación, empleo y participación política. En regiones como el Meta debemos también garantizar entornos seguros para las mujeres, fortalecer la autonomía económica y promover liderazgos femeninos desde lo local.
- ¿Qué otras causas sociales o ciudadanas la movilizan hoy desde su rol como mujer joven y líder emergente?
La educación de calidad, el desarrollo rural con enfoque sostenible y la participación de los jóvenes en las decisiones públicas. Creo firmemente que, si no involucramos a las nuevas generaciones en la construcción de país, perderemos una oportunidad histórica.
Amor por el Meta y lectura territorial
- El Meta es una región estratégica para el país. ¿Qué significa este departamento para usted en lo personal y lo político?
El Meta es mi hogar, mi raíz y mi motor. Es una tierra de gente trabajadora, de riqueza natural y de gran potencial. Políticamente, es la prueba de que las regiones pueden ser protagonistas del desarrollo nacional si cuentan con una visión estratégica.
- ¿Cuáles cree que son los principales desafíos del Meta en materia de desarrollo, oportunidades y equidad?
Superar la dependencia de sectores extractivos (Petroleo y Mineria), diversificar la economía, fortalecer la infraestructura y cerrar las brechas urbano-rurales. También necesitamos políticas que conecten la riqueza natural con oportunidades para la gente.
- Hoy una mujer lidera el Departamento desde la Gobernación. ¿Qué mensaje les deja ese hecho a otras mujeres del territorio?
Que sí es posible. Que el liderazgo femenino no solo es legítimo, sino necesario. Y que cada mujer que asume un rol público abre camino para que muchas más lo recorran. El ejemplo de la gobernadora Rafaela Cortez es inspirador: ha demostrado capacidad de gestión, cercanía con la gente y resultados visibles en temas clave para el Meta. Su liderazgo envía un mensaje poderoso a todas las mujeres del territorio: cuando se gobierna con compromiso y convicción, se transforma la realidad de las comunidades.
Comunicación, ciudadanía y vocación pública
- ¿Cómo ve el rol de la comunicación política para fortalecer el vínculo entre líderes y ciudadanía?
Es fundamental. No se trata solo de informar, sino de escuchar y construir confianza. Una comunicación política efectiva es bidireccional y debe ser clara, veraz y cercana.
- ¿Qué herramientas considera más útiles para acercarse de forma auténtica a las nuevas generaciones?
Las redes sociales usadas de forma responsable, los espacios presenciales en barrios y veredas, y el uso de lenguajes y formatos que conecten con sus realidades. Lo auténtico no se improvisa: se construye desde la coherencia.
- ¿Qué tan importante es hoy construir discursos públicos con propósito y no solo con ambición electoral?
Es vital. La ciudadanía está cansada de discursos vacíos. Los mensajes con propósito inspiran, generan confianza y marcan la diferencia entre un político más y un verdadero líder.
Participación en la Cumbre de Comunicación Política
- ¿Qué representa para usted ser parte de un evento como la Cumbre de Comunicación Política?
Es una oportunidad para aprender, compartir experiencias y fortalecer herramientas que nos permitan conectar mejor con la ciudadanía y generar cambios reales.
- ¿Cómo valora estos espacios de reflexión y aprendizaje para líderes jóvenes con vocación pública?
Son esenciales. Nos permiten contrastar ideas, aprender de otras realidades y fortalecer la visión de futuro que necesitamos para nuestros territorios.
- Finalmente, ¿qué mensaje le gustaría dejar a quienes están empezando a soñar con transformar el país desde el servicio público?
Que no se rindan, que se preparen, que actúen con coherencia y que siempre recuerden que el poder es un medio para servir.