Friedrich Merz cumple 100 días como canciller de Alemania entre críticas internas y caída de popularidad

 

Alemania

Friedrich Merz alcanza este jueves los primeros 100 días de su mandato como canciller de Alemania en un contexto de creciente tensión interna y con una popularidad visiblemente a la baja. Su accidentada investidura, marcada por un histórico fracaso en la primera votación el 6 de mayo, anticipó los desafíos que enfrentarían tanto él como la coalición que conforma junto al SPD.

La alianza entre democristianos y socialdemócratas, consolidada a alta velocidad ante la urgencia de enfrentar la crisis económica y la inestabilidad internacional, ha mostrado fisuras que difícilmente pueden ignorarse. Jens Spahn, presidente del grupo parlamentario de la Unión (CDU/CSU), lo resumió sin ambages: “No es un matrimonio por amor”.

El panorama internacional ha colocado a Merz bajo el foco mediático global. Su reciente encuentro con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en Berlín y la organización de videoconferencias con líderes europeos y con Donald Trump para abordar la cumbre en Alaska con Vladimir Putin, refuerzan la percepción de que Merz prioriza la política exterior sobre los asuntos internos.

En paralelo, el canciller sorprendió al anunciar la suspensión de exportaciones de material bélico alemán a Israel destinado a Gaza, una medida sin precedentes que, si bien cuenta con el apoyo del 83% de la población, generó críticas dentro de la Unión y puso de relieve la falta de coordinación con Markus Söder, líder de la CSU. Der Spiegel subrayó que Merz no involucra adecuadamente a su grupo parlamentario ni a los líderes de los estados federados en decisiones clave, lo que alimenta la percepción de desconexión con su base política.

En el terreno económico, la modificación de la ley de endeudamiento para implementar un ambicioso plan de inversiones en defensa e infraestructura contravino promesas electorales de mantener el freno de deuda, debilitando su respaldo entre votantes conservadores. Las encuestas reflejan este impacto: Infratest dimap sitúa la aprobación de Merz en un 32% tras 100 días, muy por debajo de los inicios de Gerhard Schröder (63%), Angela Merkel (74%) u Olaf Scholz (56%). Sondeos de Forsa incluso la ubican en 29%.

La agenda interna también enfrenta obstáculos. La fallida elección de la jueza Frauke Brosius-Gersdorf al Tribunal Constitucional generó la primera crisis abierta dentro de la coalición y evidenció la presión de la extrema derecha y de sectores conservadores contrarios a candidatos progresistas. Ante estas tensiones, Matthias Miersch, líder del grupo parlamentario del SPD, urgió a resolver fricciones que podrían eclipsar logros compartidos.

Merz ha convocado recientemente a la cúpula de su partido para abordar la situación y la cooperación con el SPD, así como la percepción negativa de la ciudadanía. A estos desafíos se suman dificultades presupuestales que han limitado el alivio fiscal para los ciudadanos y llevaron a restringir la reducción del impuesto sobre la electricidad únicamente a la industria, aunque el canciller sí ha cumplido con su promesa de reforzar el control fronterizo y las devoluciones en caliente.

En sus primeros 100 días, Merz ha demostrado ser un canciller activo en la escena internacional y firme en decisiones de política exterior, pero enfrenta un inicio de mandato marcado por tensiones internas, promesas incumplidas y una popularidad que cae más rápido de lo que él mismo anticipó.

Fuente: El País

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