Estados Unidos
El gobierno de Estados Unidos anunció este jueves un nuevo incremento en la recompensa por información que facilite la captura del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. La cifra, que anteriormente ascendía a US$25 millones, se duplicó a US$50 millones, convirtiéndose en una de las más altas ofrecidas por Washington contra un jefe de Estado en funciones.
La fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, fue la encargada de dar a conocer la decisión, asegurando que Maduro mantiene vínculos directos con redes internacionales de narcotráfico. En un mensaje difundido en la red social X, Bondi acusó al mandatario venezolano de colaborar con organizaciones criminales como el Cartel de Sinaloa y el grupo venezolano Tren de Aragua —este último recientemente declarado organización terrorista por la administración de Donald Trump.
"Maduro es uno de los narcotraficantes más peligrosos del mundo", afirmó la fiscal, señalando que la DEA ha incautado al menos 30 toneladas de cocaína vinculadas a su entorno cercano, de las cuales cerca de siete toneladas estarían directamente relacionadas con el propio mandatario.
Desde Caracas, el canciller Yvan Gil calificó la medida como "una jugada patética de propaganda política" y afirmó que no sorprende "viniendo de quien proviene". Según Gil, la decisión de Washington busca desviar la atención de otros escándalos internos, como la creciente presión sobre la gestión del caso del empresario Jeffrey Epstein.
El funcionario venezolano también acusó a Bondi de utilizar su cargo para "fabricar narrativas con fines electorales", en medio de un proceso político interno marcado por las tensiones entre la Casa Blanca y la oposición estadounidense.
No es la primera vez que Washington lanza una ofensiva judicial contra Maduro. En marzo de 2020, durante el primer mandato de Donald Trump, el Departamento de Justicia lo acusó formalmente de narcoterrorismo y ofreció una recompensa inicial de US$15 millones. Posteriormente, en enero de este año, tras unas elecciones en Venezuela fuertemente cuestionadas por presunto fraude y falta de transparencia, la cifra subió a US$25 millones. El nuevo aumento representa un giro más en una escalada diplomática que se extiende por más de una década.
Maduro, quien asumió el poder tras la muerte de Hugo Chávez en 2013, ha sido reiteradamente señalado por organismos internacionales y gobiernos occidentales por presuntas violaciones a los derechos humanos, represión de la disidencia y manipulación del proceso electoral. En julio de 2024, tras los comicios más recientes —en los que el Consejo Nacional Electoral se negó a publicar las actas de votación—, se registraron protestas masivas en todo el país, que fueron disueltas violentamente por fuerzas estatales.
El anuncio de Bondi llega semanas después de la condena en EE.UU. de Hugo "El Pollo" Carvajal, exjefe de inteligencia militar venezolano. Carvajal fue arrestado en Madrid y extraditado a territorio estadounidense, donde fue hallado culpable por delitos de narcotráfico. En su declaración, cambió su alegato inicial de inocencia por uno de culpabilidad, lo que generó especulaciones sobre un posible acuerdo con la justicia estadounidense para reducir su condena a cambio de información comprometedora sobre Nicolás Maduro y otros altos funcionarios del chavismo.
Con este nuevo movimiento, Washington endurece aún más su posición frente al régimen venezolano y vuelve a colocar a Maduro en el centro del radar judicial y diplomático internacional. El impacto de esta estrategia —en un contexto electoral tanto en Venezuela como en EE.UU.— aún está por verse.
Fuente: BBC