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Con esposas en muñecas y tobillos y vistiendo un mono amarillo, el cofundador de Terraform Labs, Do Kwon, se presentó este martes ante un tribunal de Nueva York. La imagen contrasta con la célebre fotografía de Kwon relajado en su oficina, con vaqueros y zapatillas. El empresario surcoreano de 33 años se declaró culpable de conspiración y fraude en relación con el colapso de la stablecoin TerraUSD en 2022, considerado uno de los mayores escándalos del mercado cripto junto a la quiebra de FTX, valorada en 27.300 millones de euros.
“Defraudé a los inversores de las criptomonedas emitidas por mi empresa, Terraform Labs. Lo que hice estuvo mal y quiero disculparme. Asumo toda la responsabilidad”, declaró Kwon. Con la caída de Terra Luna, los inversionistas perdieron aproximadamente 35.000 millones de euros. A diferencia de FTX, que ha comenzado a reembolsar a los afectados tras recuperar unos 15.000 millones, los responsables de Terraform acordaron con la SEC la devolución de 3.400 millones de euros, apenas un 10% de los fondos perdidos.
TerraUSD, creada por la firma con sede en Singapur, se presentaba como un caso de éxito en la industria cripto. Su valor estaba ligado al dólar, y prometía rendimientos de hasta 20% en un momento de bajas tasas bancarias. Sin embargo, no contaba con respaldo sólido, sino con un algoritmo vinculado a Luna, la criptomoneda hermana. Cuando UST perdía paridad con el dólar, el sistema emitía Luna para sostener su valor, generando una burbuja vulnerable. En la primavera de 2022, el valor de mercado combinado de Terra Luna superaba los 50.000 millones de dólares.
El colapso se desencadenó en mayo de 2022, cuando la paridad de UST con el dólar se rompió y los grandes inversores comenzaron a vender masivamente. La emisión de Luna para estabilizar Terra provocó un desplome del precio de la criptomoneda, acelerando la venta masiva y llevando a la stablecoin a cero en solo 72 horas, mientras Luna cayó de 119 dólares a un centavo en un mes.
El modelo de negocio de Kwon, criticado por su falta de transparencia y por engañar a inversores, generó pérdidas significativas para tanto minoristas como grandes firmas internacionales. No era la primera alerta: en 2021, UST ya había perdido paridad con el dólar, y Kwon ocultó la intervención de una firma de trading que compró grandes cantidades de la moneda para sostener artificialmente su valor.
“El acusado utilizó la promesa tecnológica y la euforia inversora para ejecutar uno de los mayores fraudes de la historia”, señaló el fiscal federal Jay Clayton. “Decenas de miles de millones de dólares fueron invertidos en un ecosistema que se presentó como estable, pero que colapsó causando pérdidas multimillonarias a nivel mundial”.
Tras el colapso, Kwon se fugó junto con su exdirector financiero, y fueron capturados en Montenegro en marzo de 2023 con pasaportes falsos mientras intentaban abordar un jet privado con destino a Dubái. Extraditado a EE. UU., Kwon acordó pagar 4.470 millones de dólares y cerrar Terraform Labs, además de renunciar a 19,3 millones de dólares y a algunas propiedades. Podría enfrentar hasta 12 años de prisión, sentencia que se espera para el 11 de diciembre.
El escándalo de Terra Luna marcó el inicio del criptoinvierno de 2022, contribuyendo también al colapso de FTX, cuyo fundador, Sam Bankman-Fried, fue condenado a 25 años de cárcel por fraude el año pasado.
Fuente: El País