Lula acusa a Trump de injerencia y chantaje comercial contra Brasil


 Brasil

A una semana de que el presidente estadounidense Donald Trump amenazara con imponer aranceles de hasta 50% a productos brasileños, la tensión diplomática entre Brasil y Estados Unidos escala de forma inédita. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva calificó las acciones del republicano como un “chantaje inaceptable” y una intromisión directa en los asuntos internos del país.

El último episodio se desató la noche del jueves, cuando Trump publicó una carta dirigida a Jair Bolsonaro en su red social Truth. En ella, no solo expresa su respaldo al expresidente ultraderechista, procesado por intentar un golpe de Estado, sino que exige el fin inmediato del juicio en su contra, lo que fue interpretado en Brasilia como una amenaza directa al sistema judicial.

“Vi el terrible tratamiento que estás recibiendo en manos de un sistema injusto... ¡Este juicio debe terminar inmediatamente!”, escribió Trump. Su pronunciamiento se dio dos días después de que la Fiscalía brasileña solicitara una condena de hasta 43 años de prisión contra Bolsonaro y sus principales colaboradores.

En la misma carta, Trump vinculó sus amenazas comerciales a lo que calificó como “ataques a la libertad de expresión” por parte del gobierno de Lula, y expresó su deseo de que Brasil “cambie de rumbo” y cese lo que considera una persecución política. El tono de advertencia concluyó con una frase contundente: “Estaré observando de cerca”.

Lula, por su parte, respondió en cadena nacional con un discurso grabado en el que, sin mencionar directamente a Trump, advirtió que cualquier intento de presionar o interferir en el sistema de justicia brasileño constituye una violación grave a la soberanía nacional. Recordó que su gobierno había sostenido meses de negociación comercial con Estados Unidos antes de recibir, en sus palabras, un “chantaje inaceptable”.

El mandatario también aludió a lo que considera una campaña de desinformación sobre la relación comercial entre ambas naciones y lanzó un mensaje enérgico durante un evento público: “¡Un gringo no dará órdenes a este presidente!”, proclamó ante miles de estudiantes.

La carta de Trump se suma a un creciente listado de medidas que, desde Washington, buscan ejercer presión sobre Brasil. Esta semana, el Departamento de Comercio anunció una investigación contra el país por presuntas prácticas desleales, incluyendo desde el sistema de pagos Pix hasta la regulación de plataformas digitales, pasando incluso por el comercio informal en São Paulo, lo que generó desconcierto entre analistas y legisladores.

Lula contestó con cifras sobre la reducción de la deforestación y reiteró su postura de que las redes sociales y las grandes tecnológicas deben operar bajo la legislación brasileña, sin difundir noticias falsas ni discursos de odio. El presidente también adelantó que su gobierno activará la Ley de Reciprocidad Económica, una herramienta que permitiría aplicar aranceles equivalentes a productos estadounidenses si se concretan las amenazas.

Paralelamente, el Ejecutivo brasileño ha intensificado su diálogo con los sectores económicos más expuestos a la eventual subida de aranceles prevista para el 1 de agosto. La situación ha generado una cohesión poco habitual entre diferentes sectores políticos y empresariales del país.

El endurecimiento del discurso de Trump ha tenido, paradójicamente, un efecto beneficioso para Lula. Según una encuesta de Quaest publicada este jueves, el presidente brasileño ha recuperado terreno en la opinión pública y vencería hoy a cualquier aspirante de la derecha en las elecciones de 2026, con una ventaja que ha crecido desde el mes anterior.

Lula cerró su mensaje televisado con una denuncia directa a quienes, desde dentro de Brasil, alientan las presiones externas. “Son los verdaderos traidores a la patria. No les importa la economía ni el sufrimiento del pueblo brasileño”, acusó. Entre los señalados de forma tácita figura Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente y actual diputado, quien ha mantenido presencia activa en Estados Unidos promoviendo el respaldo de Trump a su padre.

La crisis entre ambos países sigue en desarrollo, y todo apunta a que las próximas semanas serán clave en el nuevo tablero geopolítico que enfrentan Brasil y Estados Unidos, con una disputa que va más allá de lo comercial y se adentra en terrenos profundamente políticos.

Fuente: El País

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