Chile
Jeannette Jara, exministra de Trabajo del Gobierno de Gabriel Boric y militante del Partido Comunista, se consolidó este domingo como la abanderada de la izquierda chilena de cara a las elecciones presidenciales del próximo 16 de noviembre. Con más del 60% de los votos válidos, Jara superó con holgura a sus contendientes en las primarias del oficialismo, marcando un punto de inflexión en la configuración política del progresismo chileno.
La exministra derrotó a Carolina Tohá, exjefa de gabinete del actual gobierno y referente de la socialdemocracia tradicional, quien quedó en segundo lugar. Más atrás se ubicaron el diputado Gonzalo Winter, del Frente Amplio, con un 8,9% de respaldo, y Jaime Mulet, de la Federación Regionalista Verde Social, con apenas un 2,8%.
La victoria de Jara representa un hito histórico: es la primera vez desde 1990 que una figura comunista logra encabezar una candidatura presidencial unificada de la izquierda chilena. Con una trayectoria política forjada en el mundo sindical y con un estilo pragmático y dialogante, Jara ha logrado posicionarse como una figura de consenso dentro de un oficialismo que hasta ahora se mostraba fragmentado.
Tras confirmarse los resultados, tanto Tohá como Winter y Mulet reconocieron la victoria de Jara y comprometieron su respaldo a la candidatura. En declaraciones públicas, Winter destacó que el proceso electoral evidenció una izquierda “más cohesionada” que en procesos anteriores y enfatizó que el Frente Amplio, pese a su bajo rendimiento, trabajará activamente por la campaña unitaria.
Tohá, en tanto, admitió que el desenlace fue un golpe inesperado para su sector, aunque reafirmó el compromiso del socialismo democrático con la candidatura común. “No es el resultado que esperábamos, pero es hora de cumplir con el pacto político y de trabajar lealmente para ofrecer al país una alternativa sólida frente a la derecha”, señaló.
Jeannette Jara, abogada y administradora pública de 51 años, ejerció como ministra de Trabajo desde el inicio del gobierno de Boric en marzo de 2022 hasta abril de 2024, cuando dejó el cargo para iniciar su carrera presidencial. Durante su gestión lideró reformas estructurales clave para el oficialismo, entre ellas el aumento del salario mínimo, la implementación de la jornada laboral de 40 horas y la controvertida reforma previsional.
Su perfil ha sido interpretado por analistas como una apuesta del Partido Comunista por ampliar su alcance más allá de su electorado tradicional. Jara ha mantenido posiciones más moderadas que otros dirigentes históricos del PC en temas de política internacional —incluyendo distancias con los regímenes de Cuba y Venezuela—, lo que ha favorecido comparaciones con figuras de centroizquierda como Michelle Bachelet.
La candidatura de Jara deberá enfrentarse en noviembre a un bloque opositor que llega dividido pero fortalecido en las encuestas. Evelyn Matthei (Chile Vamos), José Antonio Kast (Partido Republicano) y Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario) competirán sin una candidatura única, aunque las encuestas los sitúan con ventaja frente a la izquierda oficialista.
El resultado de estas primarias no solo tensiona a la socialdemocracia, históricamente dominante en el eje progresista chileno, sino que también deja en evidencia el retroceso del Frente Amplio, movimiento fundacional del presidente Boric. En bastiones históricos como Santiago, Valparaíso y Punta Arenas, sus cifras fueron significativamente menores de lo esperado.
Jara, quien se convierte en la segunda mujer comunista en liderar una candidatura presidencial —tras Gladys Marín en 1999—, asumirá el desafío de reconectar con una ciudadanía desencantada y de cohesionar a una izquierda que, pese a su fragmentación interna, busca proyectar unidad frente al avance sostenido del bloque conservador.
Fuente: Infobae