El embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, afirmó que su país trabajará estrechamente con la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum para fortalecer la seguridad fronteriza y desmantelar a las organizaciones criminales que se han beneficiado de las debilidades en la zona limítrofe.
Durante la conmemoración del 249 aniversario de la independencia estadounidense, celebrada este miércoles en la residencia oficial del diplomático, Johnson subrayó el compromiso bilateral en temas clave como el combate al narcotráfico, el tráfico de personas y el flujo ilegal de armas y fentanilo.
“La frontera está cerrada a toda actividad ilegal”, sentenció Johnson, ex miembro de las fuerzas especiales estadounidenses, al emitir su primer mensaje público como embajador en México tras asumir funciones el 15 de mayo. Añadió que Estados Unidos y México “son más que vecinos y socios: somos familia”, en línea con las declaraciones del expresidente Donald Trump, a quien hizo múltiples referencias.
Aunque estuvo presente, el canciller mexicano Juan Ramón de la Fuente se retiró minutos antes del discurso del embajador. A diferencia de ediciones anteriores, ningún funcionario del gobierno mexicano participó con un mensaje oficial durante el acto.
Johnson reiteró que la administración Trump había marcado una postura clara al clasificar a los cárteles del narcotráfico como “organizaciones terroristas extranjeras”, y enfatizó que “la justicia debe y va a prevalecer” frente a las amenazas transnacionales que afectan a comunidades en ambos países.
En materia migratoria, el embajador reconoció la cooperación conjunta para enfrentar la migración irregular y el tráfico de personas. “No podemos gestionar de manera eficaz la migración legal mientras la ilegal absorbe recursos y atención”, afirmó, aunque evitó referirse a las recientes redadas o a las condiciones de detención de migrantes por parte de las autoridades estadounidenses.
Johnson también destacó el papel de la comunidad mexicoestadounidense en la relación bilateral, al señalar que más de 40 millones de personas en Estados Unidos se identifican con raíces mexicanas. “No hay otro país en el mundo con una conexión tan profunda”, apuntó.
Por último, remarcó que ambos gobiernos trabajan para agilizar los cruces fronterizos y fortalecer el comercio legítimo. “Queremos destinar más recursos y energía a estas acciones, que apoyan a personas trabajadoras y honestas en ambos lados de la frontera”, concluyó.
Fuente: La Jornada