Por Hervey Arteaga Zamora
“Nuestro cerebro reacciona a los estímulos en milisegundos, incluso más rápido de lo que podemos percibir conscientemente”.
La neurotecnología aplicada a la investigación, se ha convertido en una de las principales herramientas para obtener datos que den certeza y precisión de lo que piensa, siente y percibe la gente, esto permite, a quien hace uso de estas herramientas, tener la información suficiente para la eficiente toma de decisiones y que a su vez se pueda traducir en el éxito de una campaña electoral o de gobierno.
En los últimos 10 años hemos aprendido más del cerebro que en todos los siglos anteriores, debido al ritmo acelerado de la investigación y la neurotecnología; esto ha permitido la incorporación de nuevas metodologías para corregir omisiones y ausencias en la investigación tradicional, validando emociones, cognición y toma de decisiones.
En Neurohipercubo tenemos claro que la innovación tecnológica aplicada a la investigación, es un motor clave para entender que entre mayor información tenga el cerebro para procesar, relacionará su decisión con emociones, sensaciones, prejuicios y experiencias de forma rápida, sin esfuerzos y de manera inconsciente.
Cuando en política se cuestiona ¿Por qué fallan las encuestas? ¿Por qué se dio un resultado contrario a lo que se estimaba? U otra serie de interrogantes, tenemos claro que en parte se debe a que los procesos han errado por no contar con información certera; y la innovación a través de la realización de investigaciones de percepción emocional ofrecen soluciones certeras.
Parte de los sesgos y errores en la toma de decisiones y de fallas en las “predicciones”, parten del hecho de que se desconoce uno de los grandes problemas en la investigación: “la gente no sabe lo que siente, no dice lo que piensa y no hace lo que dice”.
Por esta razón, hemos puesto énfasis en incorporar procesos de innovación en los proyectos políticos que garanticen el éxito de los mismos, como Neurobranding Político, estudios que sirven para validar la rentabilidad, viabilidad y efectividad de una marca frente a un entorno político-electoral, todo esto, mediante su metodología neurocientífica que estudia: el procesamiento de estímulos, la asignación de valor emocional, el análisis de la información y la toma de decisión.
La neurotecnología aplicada a la investigación puede registrar, procesar y analizar a partir de algoritmos y métricas, la respuesta neurofisiológica, los procesos cognitivos, la respuesta fisiológica, las expresiones biométricas y la analítica visual y emocional de los ciudadanos, a partir del impacto provocado por estímulos específicos, obteniendo: 1 dato por cada 20 milisegundos, 50 datos por 1 segundo, 3,000 datos por 1 minuto.
El uso de la neurotecnología significará de ahora en adelante, tener ventaja no solo en el campo de la investigación, si no, en una gran cantidad de áreas que al sumarse con el uso de la inteligencia artificial, serán un catalizador para cualquier estrategia a implementar.
Nuestros cerebros están llenos de células llamadas neuronas. Cada vez que pensamos, nos movemos, sentimos o recordamos algo, nuestras neuronas están trabajando. Ese trabajo se lleva a cabo mediante señales bioquímicas y eléctricas. Las señales se pueden interpretar mediante el uso de la tecnología y estas, a su vez enviarlas a amplificadores, para que sean interpretadas por un software que utiliza las señales para controlar un dispositivo externo, esto es un BCI: Un enlace de comunicación directa entre el cerebro y un dispositivo externo, o sea, ¡Conectividad cerebral! Una de las principales tendencias en la investigación.
Imagina que con un solo pensamiento, prendes las luces de tu casa, realizas una compra por internet, escribes o emites comandos de navegación para ir a cualquier lugar, imagina potenciar tus capacidades cognitivas, manejar tu auto, realizar un chequeo de tus signos vitales; personas con discapacidad motora podrían utilizar su actividad cerebral para controlar objetos en su entorno y hasta poder votar en un proceso electoral; esto suena a un capitulo de Black Mirror o a un futuro lejano, pero no, esto ya está aquí y será una de las grandes innovaciones no solamente en el tema de investigación, si no, en la vida diaria.
Si lo que viene, o lo que ya está aquí, es conectar nuestro cerebro; entonces podemos deducir, que pasamos de lo analógico a lo digital y en muy poco tiempo pasaremos de lo digital a lo neuronal. En los próximos años seremos testigos de importantes innovaciones tecnológicas que suponen un cambio sustancial en la forma que investigamos el mundo que nos rodea.