Uruguay aprueba la ley de eutanasia y se convierte en pionero en América Latina

Uruguay aprueba la ley de eutanasia y se convierte en pionero en América Latina

Uruguay

Con una votación de 20 a favor y 11 en contra, el Senado de Uruguay aprobó este miércoles la ley de “Muerte digna”, convirtiendo al país en el primero de América Latina en legalizar la eutanasia mediante un proceso parlamentario formal. La decisión pone fin a un debate legislativo de cinco años e introduce una normativa que permite solicitar este procedimiento bajo condiciones estrictas de enfermedad incurable y sufrimiento extremo.

La norma autoriza a toda persona mayor de edad, en pleno uso de sus facultades mentales, a solicitar de manera personal y por escrito la eutanasia, siempre que curse una enfermedad “incurable e irreversible” o padezca sufrimientos “insoportables” con deterioro progresivo de su calidad de vida. La muerte deberá producirse de forma “indolora, apacible y respetuosa de la dignidad humana”.

El texto establece un protocolo médico y de garantías: el paciente deberá presentar la solicitud ante su médico tratante, quien tendrá un máximo de tres días para evaluar las condiciones y ofrecer alternativas de cuidados paliativos. Luego, un segundo médico independiente deberá confirmar el diagnóstico en un plazo de cinco días. Si existe discrepancia, intervendrá una Junta Médica. Solo después de una segunda entrevista y la ratificación escrita ante testigos, el procedimiento podrá realizarse en el momento y lugar elegidos por el solicitante.

El proyecto, impulsado por el Frente Amplio con apoyo de dos senadores del Partido Colorado y una del Partido Nacional, contó con un amplio respaldo social: el 62% de los uruguayos se manifestó a favor de su aprobación, según la consultora Cifra.

La ley fue precedida por un extenso debate público, similar a los que acompañaron la legalización del aborto, el matrimonio igualitario y la regulación del cannabis. El primer impulso vino del exdirigente deportivo Fernando Sureda, quien en 2019 pidió públicamente la legalización de la eutanasia para enfrentar la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que lo afectaba. Su caso inspiró el primer proyecto presentado en 2020 por el colorado Ope Pasquet, que en su momento no prosperó en el Senado.

El texto aprobado ahora retoma buena parte de aquella propuesta y crea una comisión honoraria que evaluará los casos anuales de eutanasia y remitirá informes al Ministerio de Salud Pública y al Parlamento. Además, obliga a todos los prestadores del Sistema Nacional de Salud a garantizar los servicios necesarios para ejercer este nuevo derecho.

Durante el debate, Pasquet —autor del primer proyecto— defendió el alcance de la norma: “El que quiera eutanasia que la pida y el que no, que la rechace. La decisión es privativa de cada persona”, afirmó. En contraste, el senador nacionalista Javier García expresó su rechazo al considerar que la ley “no ofrece garantías suficientes” y sostuvo que “el Estado no puede hacerse cargo de la muerte sin hacerse cargo de la vida”.

Para los promotores, la nueva legislación coloca a Uruguay una vez más a la vanguardia regional en materia de derechos humanos y libertades individuales. La senadora del Frente Amplio Constanza Moreira celebró la aprobación en su cuenta de X: “Uruguay vuelve a estar a la vanguardia. Aprobamos la ley de eutanasia: una norma que reconoce la libertad de decidir hasta el final, con dignidad y libertad”.

Fuente: El País

 

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