Con el arranque oficial de la propaganda electoral este 1 de septiembre, Honduras entra en una etapa decisiva rumbo a las elecciones generales del 30 de noviembre. Más de 6.3 millones de ciudadanos están llamados a las urnas en un proceso que ya se perfila como tenso, polarizado y marcado por ataques entre candidatos, en lugar de propuestas de gobierno.
En disputa estarán la presidencia de la República, 128 curules en el Congreso Nacional y 298 alcaldías municipales. Los principales contendientes son Rixi Moncada, del gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre); Nasry Asfura, del Partido Nacional (PN), y Salvador Nasralla, del Partido Liberal, quienes buscan captar el voto independiente, estimado en un 40 % del electorado y considerado clave para definir al próximo mandatario.
Aunque la ley electoral establece que la propaganda inicia oficialmente en septiembre, los aspirantes presidenciales han mantenido actividades políticas desde las primarias del 9 de marzo, con más de 50 eventos públicos en los últimos tres meses. El escenario, advierten especialistas, carece de propuestas concretas y está dominado por estrategias de confrontación y descrédito.
El panorama preocupa a observadores nacionales. Juan Carlos Aguilar, director de Democracia y Transparencia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), subrayó que “la actual campaña carece de propuestas y se ha limitado a confrontaciones. La ciudadanía está cansada de estas dinámicas”.
En la misma línea, la politóloga Patricia Burdeth advirtió que la violencia política ya se manifiesta en distintas formas: física, psicológica y legal. Casos como denuncias entre consejeros del Consejo Nacional Electoral (CNE) y agresiones a diputados ilustran el clima de hostilidad que amenaza con empañar el proceso.
Según el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS) de la UNAH, entre septiembre de 2024 y junio de 2025 se registraron 109 incidentes de violencia política, de los cuales el 51 % ocurrieron en el departamento de Francisco Morazán. Seis de esos hechos derivaron en homicidios en diferentes regiones del país.
Los ataques entre los principales aspirantes se intensificaron en las últimas semanas. Asfura enfrenta señalamientos por supuestas irregularidades durante su gestión municipal; Nasralla acusa vínculos de Libre con el narcotráfico; y Moncada denuncia intentos de desestabilización por parte de la oposición.
El uso de “narcovideos”, campañas de difamación en redes sociales y mensajes de odio se ha convertido en parte del discurso, lo que, según analistas, resta legitimidad al proceso.
El sacerdote jesuita Ismael Moreno, conocido como Padre Melo, llamó a los partidos a centrar sus campañas en propuestas viables y no en insultos. Recordó que cerca del 40 % de los votantes aún no ha definido su preferencia, por lo que serán determinantes en la contienda.
En tanto, el analista político Jorge Yllescas apuntó que, a diferencia de otros contextos internacionales donde pesan los programas, en Honduras el voto suele inclinarse por la imagen de los candidatos. No obstante, advirtió que la ausencia de propuestas y la prevalencia de discursos de odio podrían fomentar la abstención.
Con poco menos de tres meses para las elecciones, la incertidumbre domina la escena política hondureña. Lo que está en juego, señalan los expertos, no es solo la presidencia, sino la posibilidad de que el proceso electoral se consolide como un ejercicio democrático o quede marcado por la confrontación y la violencia.
Fuente: Proceso DigitalAquí algunas imágenes aéreas de las más de 15,000 personas que nos acompañaron ayer, sábado 18 de enero, en nuestro gran día de apertura oficial de campaña junto con nuestro siguiente alcalde y amigo Quintin Soriano en Choluteca.
— Salvador Nasralla (@SalvaPresidente) January 19, 2025
¡Gracias por creer en un futuro diferente para… pic.twitter.com/9flVAvqRdP


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