Diez años del Acuerdo de París: el mundo acelera hacia el fracaso climático

Diez años del Acuerdo de París: el mundo acelera hacia el fracaso climático

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Diez años después de la firma del Acuerdo de París, el pacto climático más ambicioso de la historia, el balance es desalentador: los países siguen apostando por los combustibles fósiles y el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C parece cada vez más inalcanzable.

El Informe de la Brecha de Producción 2025, elaborado por el Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo y otros centros de investigación, advierte que las previsiones de extracción de carbón, petróleo y gas para 2030 superan en un 120% lo compatible con la senda de los 1,5 grados y en un 77% la de los 2 grados. En otras palabras, los Estados planean producir más energía fósil que hace dos años, pese a haberse comprometido en la COP28 de Dubái a reducir su dependencia.

El reporte se publica en paralelo a la Semana del Clima en Nueva York, donde el secretario general de la ONU, António Guterres, reunirá a unos 110 países. Sin embargo, solo 40 estarán representados por sus jefes de Estado, y grandes potencias llegan con promesas incompletas: China podría presentar su nuevo plan climático (NDC), pero aún no está claro su nivel de ambición; la Unión Europea, fragmentada internamente, acude únicamente con una “declaración de intenciones”, lo que erosiona su credibilidad; e India ni siquiera participará en la cumbre.

Los países proyectan más petróleo, gas y carbón pese a prometer una transición energética

El informe revisa los planes de los 20 principales productores de combustibles fósiles —incluidos China, EE UU, Rusia, Arabia Saudí, India, México y Brasil— responsables del 80% de la extracción mundial. De ellos, 17 proyectan aumentar la producción de al menos un combustible fósil en los próximos años. Solo seis están alineando sus políticas con los compromisos de emisiones netas cero.

Mientras tanto, la ciencia insiste: sin un giro radical, la trayectoria global llevará a un calentamiento muy por encima de lo pactado en París en 2015. “Los países siguen financiando con dinero público la industria que alimenta la crisis climática”, señalan los autores del informe.

A este sombrío panorama se suma la ausencia de Estados Unidos, tras la salida formal del país del Acuerdo de París bajo el mandato de Donald Trump, lo que supone un golpe al multilateralismo en plena crisis global.

La única nota positiva llega desde el mar: tras alcanzar 60 ratificaciones, en enero entrará en vigor el Tratado de Alta Mar de la ONU, que permitirá crear áreas marinas protegidas en aguas internacionales. Sin embargo, el futuro de la lucha climática sigue dependiendo de decisiones políticas que, por ahora, parecen ir en dirección contraria a lo firmado hace una década en París.

Fuente: El País

 

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