La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Lenia Batres Guadarrama, aseguró que la puesta en marcha del Tribunal de Disciplina Judicial marcará un antes y un después en el combate a la corrupción dentro del Poder Judicial de la Federación (PJF).
En un encuentro con líderes sociales y vecinos de la alcaldía Iztacalco, la ministra Batres criticó la actual falta de rendición de cuentas en el Poder Judicial, que ha utilizado su autonomía para justificar la impunidad de jueces que emiten resoluciones arbitrarias y contrarias a la ley sin enfrentar sanciones efectivas.
“El año antepasado se impusieron apenas 13 sanciones, de cerca de 10 mil quejas presentadas. Eso es impunidad garantizada”, puntualizó Batres Guadarrama. Subrayó que la función sancionadora debe fortalecerse con la vigilancia constante y participación activa de la sociedad civil en la supervisión de los juzgadores.
El pasado domingo, la ministra sostuvo un diálogo con representantes de organizaciones sociales, entre ellas el Movimiento Cívico Popular, la Unión de Colonias Populares y la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (UNORCA), así como con jueces y magistrados electos recientemente, tanto locales como federales.
Lenia Batres destacó la desconexión histórica del Poder Judicial con las demandas sociales y la falta de apertura al diálogo ciudadano. Por ello, enfatizó que es una “obligación moral permanente” que los juzgadores mantengan comunicación cercana con la sociedad para comprender sus necesidades, y expresó su compromiso para que esta práctica se establezca próximamente como un mandato jurídico vinculante.
Al término de la reunión, el escultor Pedro Ponzanelli entregó a la ministra una obra que simboliza la justicia renovada, reflejo de la transformación impulsada por la reforma judicial que abre una nueva etapa en el Poder Judicial mexicano.
Fuente: La Jornada
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