Visiones contrapuestas marcan el primer debate económico entre presidenciables en Bolivia

Bolivia

El bloque económico del primer debate presidencial en Bolivia dejó en evidencia las profundas diferencias entre los principales candidatos en torno al futuro del modelo económico del país. Reformas fiscales, reducción del gasto público, subsidios sociales y relación con organismos internacionales centraron los cruces, propuestas y críticas.

El candidato de la Alianza Fuerza del Pueblo, Jhonny Fernández, denunció que algunos contendientes asistieron a un foro económico en Boston, organizado por el empresario Marcelo Claure, donde —según afirmó— se firmó un documento que promueve la eliminación de subsidios y bonos sociales. Fernández rechazó cualquier intento de importar modelos foráneos y propuso una reforma constitucional y tributaria, así como la reducción del 30% de la burocracia estatal. También planteó un “perdonazo tributario” dirigido a pequeños y medianos empresarios, y la nacionalización de vehículos indocumentados como fuente de ingresos fiscales.

Desde la Alianza Unidad, Samuel Doria Medina propuso modificaciones a la ley de inversiones y al régimen tributario, buscando eliminar trabas que obstaculizan la llegada de capitales y brindar mayor seguridad jurídica. Defendió la necesidad de eficiencia estatal para dinamizar la economía privada, aunque fue blanco de críticas por su desempeño en gestiones anteriores, donde —le recordaron— no se alcanzaron los niveles de crecimiento prometidos.

Manfred Reyes Villa, de la agrupación Súmate, centró su discurso en el combate a la corrupción y la contención del gasto estatal. Propuso reforzar servicios esenciales como salud, educación y agua potable, rechazando de forma tajante la eliminación de subsidios y bonos. Además, criticó cualquier acercamiento al Fondo Monetario Internacional (FMI), al que acusó de comprometer la soberanía económica del país. Otros candidatos cuestionaron la viabilidad de su plan y su limitada experiencia ejecutiva.

Jorge “Tuto” Quiroga, candidato por la Alianza Libre, presentó un agresivo plan de estabilización que incluye atraer 12,000 millones de dólares del exterior para frenar la inflación y reactivar el mercado cambiario. Prometió bajar al 10% los impuestos del IVA, de utilidades y del RC-IVA, y generar 750,000 empleos en cinco años. También propuso reformas en los sectores agropecuario, minero y fiscal, con una visión orientada a la digitalización de la economía, incluyendo proyectos de criptominería e inteligencia artificial.

El debate no estuvo exento de fuertes intercambios. Quiroga acusó a Fernández de confundir justicia con economía al apoyar posibles indultos a personas vinculadas a casos de corrupción. Fernández replicó que la justicia no debe utilizarse ni para dar impunidad ni para perseguir adversarios políticos, y que los temas judiciales deben tratarse por separado.

Por su parte, Eduardo del Castillo, del Movimiento al Socialismo (MAS), cuestionó a Fernández sobre el acceso a créditos productivos para emprendedores. Este respondió que su plan contempla alianzas público-privadas y reformas legales para facilitar el financiamiento.

Del Castillo también defendió el rol de las empresas estatales frente a la propuesta de Quiroga de cerrar algunas de ellas. Argumentó que generaron utilidades superiores a los 3,000 millones de bolivianos en 2024, fondos que —según dijo— se destinan a salud, educación e infraestructura. Quiroga contraatacó afirmando que su intención es evitar la “gastadera y la robadera” mediante una reestructuración del gasto público.

Reyes Villa criticó duramente la iniciativa de Quiroga de acudir al FMI, advirtiendo que ello derivaría en un alza del IVA y pérdida de soberanía. Quiroga replicó que la medida es indispensable para salvar la economía boliviana.

El primer bloque del debate presidencial dejó clara la polarización entre quienes promueven reformas estructurales, apertura al capital extranjero y digitalización, y quienes defienden un rol activo del Estado y la protección de los beneficios sociales. El escenario económico se consolida así como uno de los ejes más disputados en la contienda por la presidencia boliviana.

Fuente: Asuntos Centrales

 

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