El presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, advirtió que la gestión de los gobiernos morenistas ha sido escenario de una grave crisis de seguridad: más de 221 mil homicidios dolosos, 125 mil personas desaparecidas y un incremento sostenido en delitos como extorsión y secuestro, reflejando una descomposición social sin precedentes.
Moreno Cárdenas calificó la situación como la peor crisis en la historia reciente del país, atribuida a un gobierno marcado por la violencia, la impunidad y la corrupción, al que denominó “narcogobierno morenista”.
En un comunicado oficial, el dirigente tricolor destacó presuntas vinculaciones del senador Adán Augusto López con grupos del crimen organizado, tanto durante su mandato como gobernador de Tabasco como en su paso por la Secretaría de Gobernación, bajo la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Además, extendió las acusaciones a gobernadores de Morena, como Américo Villarreal (Tamaulipas), Alfonso Durazo (Sonora) y Rubén Rocha (Sinaloa), a quienes señaló de pactar y beneficiarse política y económicamente de estas relaciones ilícitas.
Asimismo, mencionó a Samuel García, gobernador de Nuevo León por Movimiento Ciudadano, quien ha sido señalado por supuestos delitos que incluyen lavado de dinero, triangulación de recursos públicos y vínculos con el crimen organizado, todo en un contexto de protección implícita facilitada por el actual gobierno.
En este marco, Alejandro Moreno alertó sobre la intención de Morena de impulsar una reforma electoral que, según él, pone en riesgo la democracia al restringir derechos y libertades ciudadanas. Por ello, anunció que el PRI mantendrá una postura firme y combativa para defender el voto libre y la transparencia en los procesos electorales.
El líder priista hizo un llamado claro a todos los actores políticos, organizaciones civiles, medios independientes y ciudadanos comprometidos, a formar un frente unido que haga frente a esta amenaza. Reiteró la necesidad de construir una oposición fuerte, con carácter y determinación, capaz de cuestionar, denunciar y combatir de manera frontal el abuso de poder.
Con esta estrategia, el PRI busca posicionarse como el contrapeso necesario para garantizar el respeto al sistema democrático y la gobernabilidad del país.
Fuente: W Radio