Luis Caputo niega rumores de crisis en Argentina y denuncia intento de desestabilización política

Argentina

El ministro de Economía de Argentina, Luis Caputo, salió este miércoles a desmentir declaraciones atribuidas a él en una conversación informal y denunció un presunto plan de sectores opositores para afectar la estabilidad económica y política del Gobierno de Javier Milei.

La controversia se desató tras la difusión de un comentario del periodista Alejandro Fantino, quien aseguró haber hablado en privado con Caputo. Según su relato, el funcionario le habría advertido que “la política” busca debilitar el superávit fiscal, lo que podría provocar una suba del dólar, un aumento del riesgo país por encima de los 1,200 puntos y un deterioro de la percepción de los mercados internacionales sobre la economía argentina. Las declaraciones circularon con rapidez en redes sociales, generando incertidumbre y preocupación entre operadores financieros y analistas.

En una aparición nocturna en televisión, Caputo negó haber realizado tales afirmaciones y afirmó que lo dicho por Fantino era “lo opuesto” a lo conversado. “Me llamó para consultarme sobre el déficit en cuenta corriente y cómo influye el turismo. Eso fue todo. Lo que dijo después no tiene nada que ver con lo que hablamos”, aclaró.

En su intervención, el ministro aseguró que la economía “está sana” y descartó una crisis inminente: “Hay gente dispuesta a hacer cualquier cosa para volver a robar. No importa que lo intenten, no va a pasar. Que los argentinos se queden tranquilos”. También acusó genéricamente a sectores políticos de promover un clima de inestabilidad en la antesala de las elecciones legislativas de octubre, en las que el oficialismo buscará consolidar su agenda de reformas.

El foco del conflicto se encuentra en el Congreso, donde senadores de distintas bancadas —incluidos algunos que acompañaron a La Libertad Avanza en el pasado— impulsan dos iniciativas clave: una que ordena la distribución automática de fondos a las provincias y otra que obliga a compartir con los distritos lo recaudado por el impuesto a los combustibles. Ambas propuestas tienen amplio respaldo entre los gobernadores, quienes exigen al Ejecutivo federal el cumplimiento de las transferencias pendientes y la reactivación de la obra pública.

Además, avanzan otros proyectos que preocupan al oficialismo, como el aumento de las jubilaciones mínimas y el financiamiento para universidades públicas. Desde la Casa Rosada, estos movimientos son leídos como intentos de socavar el equilibrio fiscal alcanzado en los últimos meses y frenar la implementación del plan económico.

Horas antes, el propio presidente Milei había endurecido su discurso contra los mandatarios provinciales. En una entrevista radial, afirmó que “todos” los gobernadores buscan “romper todo” y frenar los avances del Gobierno. “Si La Libertad Avanza arrasa en las elecciones legislativas, ellos se tienen que jubilar”, sentenció.

Caputo, por su parte, sostuvo que el modelo económico del Gobierno “está fuerte” y que resistirá los intentos de desestabilización. “Durante los últimos 18 meses han intentado generar inestabilidad financiera con maniobras políticas y no lo lograron. Eso no quiere decir que no lo sigan intentando, sobre todo en este contexto preelectoral”, concluyó.

Fuente: El País

 

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