México
En medio de señalamientos por falta de transparencia y exclusión de otras planillas, el Sindicato Único de Trabajadores del Poder Judicial de la Ciudad de México (SUTPJCDMX) celebró una elección sindical con una sola candidatura: la de su actual líder, Diego Valdez Medina, quien suma más de dos décadas al frente de la organización.
Desde temprana hora del martes 15 de Julio, la calle Doctor Andrade, en la colonia Doctores, fue cerrada por elementos afines al sindicato. El edificio sede, ubicado en el número 95 de dicha vialidad, fue rodeado por vehículos particulares y guardias improvisadas con sillas y vigilancia constante por parte de integrantes del propio gremio, que custodiaron la jornada.
A pesar de que la votación coincidió con el último día laboral previo al primer periodo vacacional del Poder Judicial capitalino, la afluencia de trabajadores fue limitada. Hacia el mediodía, los votantes arribaban esporádicamente con gafetes oficiales, sin filas ni aglomeraciones. El propio Valdez Medina acudió alrededor de las 13:30 horas para emitir su voto y se retiró rápidamente.
Aunque la elección fue resultado de una exigencia presentada durante el reciente paro laboral que paralizó actividades entre el 28 de mayo y principios de julio, el proceso careció de competencia real. Las planillas guinda, blanca y azul —encabezadas por José Nezahualcóyotl Salinas, Erika Ojeda Contreras y Araceli Mendoza Gómez, respectivamente— fueron descartadas por supuestas irregularidades en su documentación, como firmas falsas, incumplimiento de paridad de género y falta de trayectoria sindical mínima.
Estas decisiones fueron calificadas por los opositores como parte de una estrategia para mantener a Valdez en el poder. El lunes previo, en conferencia de prensa, convocaron a boicotear la jornada, que tacharon de “farsa”.
Durante el desarrollo del proceso, reporteros enfrentaron obstáculos para documentar la jornada. Integrantes del sindicato cuestionaron la presencia de la prensa y evitaron la toma de imágenes, incluso tras la identificación oficial de periodistas.
En paralelo, el operativo de resguardo fue reforzado con jóvenes en motocicleta equipados con radios de comunicación y chaquetas negras con insignias de calaveras, lo que generó suspicacias entre asistentes y observadores.
A pesar del bajo número de participantes —se estimaron alrededor de 1,300 votos emitidos— los organizadores celebraron haber superado el umbral requerido de 500 sufragios para validar la elección y garantizar la continuidad de Valdez. La jornada, según testigos, transcurrió en un ambiente festivo entre los encargados de la vigilancia y algunos votantes. Incluso, hubo pastel y vítores para una integrante de la Comisión Electoral, lo que reflejó una atmósfera interna más de celebración que de competencia democrática.
Los resultados aún deben ser avalados por el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, que se espera emita la toma de nota en las próximas dos semanas.
La jornada no estuvo exenta de controversia jurídica. Trabajadores señalaron que Valdez estaría legalmente impedido para postularse debido a su carácter de trabajador de confianza, además de contar con una carpeta de investigación abierta relacionada con la elección anterior. No obstante, el equipo del dirigente aseguró que existen resoluciones judiciales que lo exoneran y que el caso sigue su curso en un juicio de amparo.
También se atribuyó la exclusión de otras planillas a presuntos procedimientos administrativos abiertos por abandono de funciones. En el caso de Erika Ojeda, se argumentó que no pertenece formalmente al sindicato.
Cabe destacar que, según información publicada por Proceso, el SUTPJCDMX ha recibido importantes apoyos económicos del Poder Judicial de la Ciudad de México, encabezado por Rafael Guerra Álvarez. Solo en el primer semestre de este año, la gestión de Valdez obtuvo casi 3.9 millones de pesos para actividades sociales, operativas y administrativas.
Fuente: Proceso