El presidente de Argentina, Javier Milei, perdió este martes las facultades legislativas delegadas por el Congreso, otorgadas por un año, luego de utilizar ese poder extraordinario para llevar a cabo una drástica reducción del aparato estatal. La revocación se produce tras oficializar la disolución, transformación o fusión de 21 organismos públicos en áreas clave, según consta en el Boletín Oficial.
Milei, quien asumió la presidencia el 10 de diciembre de 2023, promovió desde el inicio una agenda de ajuste bajo la consigna de “achicar el Estado”. Argumentando la necesidad de reducir el gasto público, ejecutó una serie de decretos que impactaron directamente en sectores estratégicos como salud, educación, cultura y derechos humanos, provocando el despido de miles de trabajadores.
Entre los organismos desmantelados se encuentran la Dirección Nacional de Vialidad y la Agencia Nacional de Seguridad Vial, cuyas funciones pasaron parcialmente al control de la Gendarmería Nacional. La paralización de la obra pública ha tenido consecuencias graves: rutas sin mantenimiento, poblaciones aisladas, accidentes evitables y retrasos en obras energéticas clave como la finalización del gasoducto iniciado durante gestiones anteriores.
Asimismo, el gobierno avanzó en reformas en materia de seguridad que fueron criticadas por organismos de derechos humanos. Nuevos reglamentos autorizan a las fuerzas policiales a espiar, detener y allanar sin orden judicial, e incluso a usar fuerza letal sin supervisión judicial previa. A esto se suma una desregulación de la venta de armas que ha generado alarma entre sectores sociales y políticos.
En el ámbito científico, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), una institución de prestigio internacional, también se ha visto afectado. El recorte presupuestario, la reducción de becas y el despido de personal técnico y científico ponen en riesgo el desarrollo de la investigación pública en el país.
Organizaciones civiles y sindicales advierten que el desmantelamiento institucional compromete la seguridad vial, la infraestructura nacional y el futuro del sistema científico. Familiares de víctimas de accidentes de tránsito alertan que las rutas “quedarán a la deriva”, y ya se habla de una transformación de la red vial nacional en “rutas de la muerte”.
En paralelo, la situación social se deteriora. El hambre y la precarización avanzan, y ya se reportan más de 60 muertes por hipotermia entre personas en situación de calle, sólo en Buenos Aires. Según datos oficiales, al menos 12 mil personas viven actualmente sin techo en la capital, aunque se estima que la cifra real es mucho mayor.
Este miércoles, se espera una nueva tanda de decretos, lo que podría ampliar aún más el alcance del ajuste. Mientras tanto, Milei confirmó que no participará en los actos conmemorativos por el Día de la Independencia en Tucumán, una decisión que refleja el clima de tensión institucional que atraviesa el país.
Fuente: La Jornada