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Desde Colombia, el estratega político Luis Duque ofreció una intervención potente y provocadora en la XXII Cumbre Mundial de Comunicación Política, celebrada en Punta Cana. En el marco de la ponencia titulada “Verdad, veneno y vandalismo”, Duque celebró sus 20 años de trayectoria en el medio, compartiendo una reflexión crítica sobre el impacto corrosivo de la desinformación y los ataques sistemáticos en el ecosistema político actual.
A través de ejemplos concretos y frases de alto impacto, Duque remarcó que la confianza en la política puede ser demolida por el vandalismo discursivo, los relatos tóxicos y las campañas de odio. Pero también insistió en que el contraste no basta para ganar elecciones. “No se gana con contraste, se gana con seducción”, afirmó, desafiando los enfoques tradicionales centrados en la confrontación.
Duque planteó que el verdadero reto está en lograr que el electorado prefiera a un candidato, incluso si no lo quiere, apelando a las emociones, la empatía y la narrativa cercana. En un entorno saturado de ruido, el éxito reside —según su visión— en recuperar la capacidad de conectar desde lo humano, no desde lo técnico.
Su ponencia no solo fue una clase magistral de estrategia, sino también una advertencia sobre los límites éticos de la comunicación política en tiempos donde la manipulación amenaza la verdad pública.
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