Carlos Sánchez
Estratega Político | Colombiano
Ecuador hablo en las urnas el pasado 09 de Febrero, pero el mensaje para el país y el mundo es aún complejo. En un país marcado por crisis de la economía, el auge del crimen organizado y la desconfianza en la instituciones, los ecuatorianos han llevado a la segunda vuelta a dos proyectos políticos opuestos: Daniel Noboa, quien busca consolidar su liderazgo con "El Nuevo Ecuador", y Luisa González, representante del correísmo con su propuesta de “Revivir al Ecuador”.
El resultado de la primera vuelta deja un país dividido entre quienes buscan una alternativa al pasado reciente y quienes, aún con reservas, ven al correísmo como una posible solución. Por lo que la pregunta que todos se hacen es, ¿Será esta elección el punto de quiebre hacia un nuevo rumbo o el regreso de Rafael Correa al poder en cabeza de Luisa González?
La polarización del voto y el duelo final
Ecuador ha venido atravesado una inestabilidad política permanente desde la salida del poder de Rafael Correa en 2017. Su sucesor Lenin Moreno, rompió con el correísmo y dejó un país con reformas a medias hechas y una clase política deslegitimada, señalada y atacada. Luego, Guillermo Lasso intentó gobernar con una agenda liberal y promesas de estabilidad, pero su mandato se vio truncado por múltiples crisis de gobernabilidad, señalamientos de corrupción, incumplimiento de las propuestas de campaña, errático manejo político y el avance del crimen organizado, lo que finalmente llevó en dicho mandato a la convocatoria a elecciones anticipadas mediante la "muerte cruzada" entre el ejecutivo y Asamblea Nacional.
En ese contexto, Daniel Noboa emergió como sorpresa electoral, superando a candidatos tradicionales y consolidándose como la principal alternativa en contra del correísmo. Su ascenso no fue producto de una maquinaria partidista, sino de una combinación de estrategia, comunicación efectiva y el deseo del electorado de buscar algo distinto.
Daniel Noboa y la apuesta por "El Nuevo Ecuador"
Con solo 37 años, Daniel Noboa ha intentado redefinir la política ecuatoriana con su propuesta de "El Nuevo Ecuador", en un periodo incompleto de solo 1 año y medio, su política ha estado centrada en estabilidad y desarrollo. La seguridad ha sido el mayor desafío, debido a la herencia que recibió de un país golpeado por el crimen organizado y la violencia desbordada. Fue asi como Noboa respondió con operativos y acciones militares y medidas de emergencia, lo que le permitió reducir los índices de violencia en algunas zonas. Y aunque los problemas persisten, su enfoque ha cambiado la percepción sobre el rol del Estado en la lucha contra el crimen.
De otro lado la economía ha sido su otro pilar, apostando por acuerdos comerciales y la reactivación del sector productivo en un país dolarizado. Abrir mercados internacionales y atraer inversión han sido sus principales estrategias para aumentar el flujo de dólares en la económica, aunque aún enfrenta desafíos en la generación de empleo y la estabilidad fiscal.
Adicionalmente, y a pesar de tener una Asamblea fragmentada y una ciudadanía escéptica a todo lo que significa politica, Noboa ha mantenido una imagen de liderazgo joven, cercano y pragmático, diferenciándose de la vieja política tradicional. Y es así como a 1 año y medio de mandato, el país ha visto avances, pero aún espera que "El Nuevo Ecuador" se convierta en una realidad duradera.
Luisa González y la promesa de "Revivir al Ecuador"
Luisa González ha basado su campaña en la idea de "Revivir al Ecuador", ofreciendo un Estado fuerte, inversión social y estabilidad económica. Su mensaje apela a la nostalgia de los años de Correa, presentando esa etapa como un periodo de orden y progreso, en contraste con la crisis actual.
Sin embargo, su mayor obstáculo sigue siendo el desgaste del correísmo. Aunque mantiene una base electoral fiel, así como el aumento de casi 10 puntos en la primera vuelta con respecto a las elecciones del 2023, aun continua enfrentando el rechazo de sectores que asocian ese periodo con corrupción y autoritarismo.
Así mismo en seguridad, diversos sectores señalan al Correismo con el culpable de la situación de seguridad que hoy se vive en el país, a lo cual, Luisa González ha mantenido su línea discursiva en el fortalecimiento de las instituciones en lugar de militarizar las calles.
Dado lo anterior, Luisa González representa el regreso a un modelo conocido, pero en un Ecuador que ha cambiado. Su reto en esta segunda vuelta es convencer al electorado de que "Revivir al Ecuador" es más que una consigna y que su gobierno no repetirá los errores del pasado.
Noboa vs. González: Desafíos para la segunda vuelta
Daniel Noboa: Consolidar la estabilidad
El actual presidente ha venido basando su campaña en la continuidad de "El Nuevo Ecuador", enfocado en sus avances en seguridad y economía. Sin embargo, el éxito en la segunda vuelta dependerá de los siguientes elementos:
Reforzar su mensaje de logros en seguridad y economía: Daniel Noboa debe destacar cómo su gobierno redujo la violencia y fortalecio el control del Estado en diversas zonas, advirtiendo que un giro político podría desestabilizar estos avances. Sobre economía, debe enfatizar la recuperación de la confianza internacional, la atracción de inversiones y la estabilidad fiscal, y sobre todo alertando sobre el riesgo de regresar a un modelo que podría ahuyentar capital y frenar el crecimiento. La clave será presentar su reelección como la garantía de continuidad y consolidación de estos logros.
Ampliar su base electoral: Aunque Daniel Noboa ha venido consolidado su imagen, aún debe atraer a sectores progresistas e indecisos que no se identifican con el correísmo ni con la derecha. Su discurso debe enfocarse en soluciones concretas para la inseguridad y la crisis económica, evitando posturas radicales que lo asocien con gobiernos anteriores.
Mantener su imagen fresca: Noboa debe reforzar su posición como el líder de la nueva política en Ecuador, proyectando renovación y eficiencia sin caer en las prácticas tradicionales de la política tradicional. Su reto será consolidar su imagen de cambio mientras ejerce el poder, evitando gestos y acciones que lo asocien con la vieja política.
Luisa González: Revivir al correísmo sin el peso del pasado
Luisa González le ha apostado a un discurso de la restauración, apelando a la estabilidad económica y social del correísmo. Sin embargo, enfrenta tres desafíos clave:
Superar el peso de la corrupción: Desmarcarse de los escándalos que han afectado la imagen del correísmo, donde el principal implicado es el exvicepresidente Jorge Glass y el Expresidente Rafael Correa.
Atraer el voto joven: El correísmo enfrenta el desafío de conquistar a una generación que no vivió la era Correa y que, según diferentes encuestas, se inclina mayoritariamente por Daniel Noboa. Para lograrlo, deben adaptar su mensaje a sus preocupaciones actuales, como empleo, educación y seguridad, evitando depender únicamente de la nostalgia del pasado. Conectar con estos votantes requerirá un discurso renovado y una estrategia digital más efectiva.
Ampliar su discurso más allá de la nostalgia: Aunque su campaña ha apelado a la estabilidad y bonanza de la era correísta, necesita conectar con un electorado que demanda soluciones concretas para los problemas actuales. Para ello, debe presentar propuestas viables en seguridad, empleo y economía que vayan más allá del recuerdo del pasado. Su reto es demostrar que su plan de gobierno no se basa únicamente en recuperar lo que fue, sino en adaptarlo a la realidad actual del país.
Las claves de la segunda vuelta
Con la segunda vuelta acercándose, la elección en Ecuador se define en cada voto y el margen de error no tiene cabina en la estrategias de ambas campañas. Ambos candidatos enfrentan el desafío de conectar con quienes aún dudan y convencer a un electorado que busca respuestas concretas. Las alianzas jugaran un papel clave, especialmente con el movimiento indígena y los sectores que quedaron fuera en la primera vuelta. Así mismo, la seguridad sigue siendo el mayor temor de la ciudadanía: Noboa defiende sus avances en la lucha contra el crimen, mientras González debe demostrar que su propuesta no significa un retroceso. En relación a la economía, el dilema es igual de crucial: Noboa apuesta por la inversión y la estabilidad fiscal, mientras González promete fortalecer el gasto social, pero ambos deben responder a una pregunta clave: ¿cómo garantizar estabilidad social sin afectar el crecimiento del país?
Mientras tanto, la batalla digital se intensifica. Noboa domina TikTok e Instagram, cautivando a los votantes jóvenes, mientras González moviliza a su base tradicional en Facebook y Twitter. Sin embargo, el debate presidencial será el verdadero punto de inflexión, donde un solo error o un mensaje contundente podría cambiar el rumbo de la elección. Pero más allá de las estrategias, el verdadero desafío estará en la movilización y defensa del voto. En una elección tan cerrada, asegurar la participación y evitar irregularidades señaladas en la primera vuelta, será un elemento decisivo.
Por último, la segunda vuelta no es solo una disputa de votos, es una batalla por el futuro de Ecuador. Noboa busca consolidar su proyecto y demostrar que su corto gobierno no fue solo una transición, sino el inicio de un nuevo modelo de liderazgo y futuro basado en seguridad y estabilidad económica. Mientras tanto, González intenta revivir la estructura del correísmo, apelando a la nostalgia de un pasado que aún divide al país y enfrentando el reto de convencer a los ecuatorianos de que su regreso no significará repetir los errores del pasado.
Ecuador está en una encrucijada, El 13 de abril, Ecuador no solo elegirá a su próximo presidente, sino el rumbo que tomará su historia.