El presidente boliviano, Luis Arce, ha denunciado que grupos de seguidores del exmandatario Evo Morales están detrás de una ocupación armada de puestos militares, que ha incluido la toma de soldados como rehenes, generando una creciente tensión en el país.
Arce informó que estos grupos forzaron la entrada a tres instalaciones militares ubicadas en las afueras de Cochabamba, una región con una notable presencia de seguidores de Morales. Según el mandatario, los atacantes dispararon contra la policía y lanzaron explosivos, lo que les permitió ingresar a áreas donde se almacena armamento.
El presidente calificó el ataque como "criminal" y acusó a los asaltantes de traición, instando a las fuerzas armadas a actuar con firmeza. Por su parte, las fuerzas armadas de Bolivia pidieron a los responsables de las tomas que abandonen los puestos "de manera inmediata y pacífica".
Evo Morales, en una conferencia de prensa, abogó por el diálogo con el gobierno, sin asumir responsabilidad por los acontecimientos recientes. Anunció que iniciará una huelga de hambre hasta que se establezca un canal de conversación entre ambas partes, advirtiendo que "la vida de mis instructores y soldados está en peligro," según declaraciones de un militar que prefirió mantenerse en el anonimato.
Imágenes de la situación mostraron a soldados uniformados, presuntamente atados, rodeados por miembros de grupos armados informales. Arce, en un llamado a la solidaridad, destacó que muchos de los soldados son de clase trabajadora e indígenas, al igual que sus captores.
Esta semana, la policía y los militares habían intentado desbloquear una ruta que había estado cerrada durante semanas por seguidores de Morales, lo que afectaba el tránsito entre Cochabamba y Oruro. Los manifestantes respondieron lanzando dinamita a las fuerzas de seguridad.
Los bloqueos comenzaron a mediados de octubre en apoyo a Morales, quien busca presionar a la justicia para que retire una investigación en su contra por un presunto abuso de una menor, argumentando que dicha investigación es políticamente motivada.
Tanto Morales como Arce emergieron del Movimiento al Socialismo, pero su relación ha pasado de ser de aliados cercanos a una rivalidad intensa, mientras ambos se posicionan de cara a las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el próximo año en Bolivia.
Fuente: El Economista