En las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el resultado no siempre refleja el voto popular. Aunque millones de estadounidenses votan el 5 de noviembre, el presidente no se elige directamente por estos votos, sino a través de un proceso menos conocido: el Colegio Electoral.
¿Qué es el Colegio Electoral?
El Colegio Electoral es un cuerpo que, con sus 538 votos, determina quién será el próximo presidente de EE.UU. Cada estado aporta un número de votos basado en su población, y el candidato que logra 270 o más es el ganador. Este sistema hace que ganar estados clave sea más importante que obtener la mayoría de los votos a nivel nacional.
Funcionamiento del sistema
Cada estado tiene un número específico de votos electorales, que generalmente se asignan al candidato que recibe la mayoría del voto popular en ese estado. California, por ejemplo, otorga 54 votos, mientras que estados menos poblados como Wyoming o Alaska ofrecen solo 3. El ganador del estado se lleva todos los votos electorales de ese territorio, independientemente de la diferencia en el número de votos.
¿Puede un candidato ganar sin la mayoría nacional?
Sí, es posible. Ha sucedido varias veces en la historia reciente. En 2016, Donald Trump ganó la presidencia aunque perdió el voto popular frente a Hillary Clinton por casi tres millones de votos. Lo mismo ocurrió en 2000, cuando George W. Bush superó a Al Gore en el Colegio Electoral, a pesar de que Gore obtuvo más votos populares. La clave de estas victorias está en ganar en estados estratégicos que inclinan la balanza en el Colegio Electoral.
Origen del Colegio Electoral
Este sistema se estableció en 1787 durante la redacción de la Constitución de EE.UU. Debido a las dificultades para organizar una votación nacional directa en un país tan grande y con comunicaciones limitadas, los fundadores optaron por un método que equilibrara los intereses de los estados grandes y pequeños. El sur, donde gran parte de la población no podía votar por ser esclava, se benefició del sistema ya que contaba a los esclavos en la población total para asignar más votos.
Ventajas y desventajas
El Colegio Electoral mantiene la relevancia de los estados pequeños en el proceso, ya que candidatos deben concentrarse en ganar estados clave en lugar de abarcar todo el país. Sin embargo, este sistema también tiene sus críticos. Uno de los mayores inconvenientes es que el ganador del voto popular puede no ser el presidente, lo que deja a muchos votantes con la sensación de que su voto individual no cuenta. Además, el poder de decisión se concentra en los llamados "estados péndulo", que pueden inclinar la elección hacia un lado u otro.
¿Qué son los "estados péndulo"?
En su mayoría, los estados tienden a votar consistentemente por un partido, por lo que los candidatos se enfocan en los estados "péndulo" que pueden cambiar de un partido a otro en cada elección. En 2024, estados como Arizona, Pensilvania, Wisconsin y Georgia son cruciales, ya que podrían decidir el resultado de la contienda entre Trump y Kamala Harris.
El fenómeno de los electores infieles y los falsos electores
En teoría, los electores del Colegio Electoral podrían votar por cualquier candidato, incluso si su estado favoreció a otro. Aunque este fenómeno es raro, en 2016 hubo siete "electores infieles". Además, en 2020, algunos partidarios de Trump intentaron crear electores alternos en varios estados para cambiar los resultados oficiales, lo que ha llevado a investigaciones judiciales en curso.
A medida que se acerca la elección, el papel del Colegio Electoral vuelve al centro del debate sobre la democracia en EE.UU. ¿Seguirá prevaleciendo este sistema o se verá sujeto a reformas futuras?
Fuente: BBC