Estados Unidos
En las últimas semanas, Springfield, Ohio, ha sido el centro de atención debido a las polémicas declaraciones del expresidente y actual candidato presidencial Donald Trump, así como de su aliado político, el senador J.D. Vance.
Ambos están centrando su campaña en una retórica antiinmigrante, dirigiendo ataques hacia la comunidad haitiana que reside en Springfield. Sus infundados comentarios, alegando que los inmigrantes haitianos están "comiéndose las mascotas" de sus vecinos, han generado un gran revuelo, llevando a estigmatizaciones en la población y a múltiples amenazas de bomba que han afectado gravemente la vida diaria de los ciudadanos.
Ante esta situación, el alcalde de Springfield, Rob Rue, también republicano, expresó su oposición a una posible visita de Trump, argumentando que su presencia solo agravaría los problemas existentes. “Sería apropiado que decidieran no realizar esa visita”, afirmó Rue el 17 de septiembre, destacando las complicaciones que podría acarrear para la ciudad. Sin embargo, al día siguiente, Trump anunció en un mitin en Nueva York que planeaba visitar Springfield en dos semanas.
El gobernador de Ohio, Mike DeWine, también republicano, respaldó la postura del alcalde Rue, señalando que la ciudad enfrenta desafíos significativos para manejar la situación actual. “Los recursos aquí son limitados”, dijo DeWine, enfatizando la necesidad de garantizar la seguridad de los niños que regresan a las escuelas.
A pesar de que las amenazas de bomba resultaron ser falsas, el impacto en la comunidad ha sido profundo. Springfield, que cuenta con una población de aproximadamente 60,000 habitantes, ha recibido a cerca de 20,000 inmigrantes en los últimos cuatro años, muchos de ellos de Haití. Las acusaciones sin fundamento de Trump y Vance han intensificado el miedo y el odio hacia esta comunidad.
El alcalde Rue manifestó su frustración ante las declaraciones de políticos nacionales que distorsionan la realidad y deshonran a la comunidad local. “Es desalentador que los haitianos sean objeto de ataques basados en mentiras”, declaró en una entrevista con The New York Times, instando a que cesen los discursos de odio.
El gobernador DeWine también descalificó las afirmaciones de que los inmigrantes haitianos están involucrados en actividades ilegales, calificando esos comentarios de "basura". En una entrevista con ABC News, reafirmó que no hay evidencia que respalde dichas acusaciones.
A pesar de los desmentidos de las autoridades locales, Trump y Vance continuaron insistiendo en que los inmigrantes haitianos en Springfield deberían ser deportados. Trump ha prometido llevar a cabo la “mayor deportación” en la historia de EE. UU., comenzando en esta ciudad de Ohio.
La comunidad haitiana de Springfield se beneficia del programa de Estatus de Protección Temporal (TPS), que permite a ciudadanos de ciertos países vivir y trabajar legalmente en EE. UU. Este programa fue renovado por la administración de Joe Biden en junio, pero tanto Trump como Vance han criticado el TPS, siendo Trump quien intentó eliminarlo durante su presidencia.
En medio de estas tensiones y desinformaciones, las autoridades de Springfield están trabajando para mitigar el impacto de estas controversias y proteger a la comunidad haitiana de los ataques injustificados promovidos por figuras republicanas.
Fuente: El Tiempo