México
La activista guatemalteca Rigoberta Menchú y el empresario mexicano Carlos Slim encabezaron la clausura de la primera edición de la Cumbre Mundial de Premios Nobel por la Paz, titulada "Paz para el Progreso", que tuvo lugar en Nuevo León, al norte de México.
Durante su intervención, Menchú, galardonada con el Nobel en 1992, subrayó que el verdadero desarrollo sostenible va más allá de las estadísticas y se centra en crear oportunidades que mejoren la vida de todos en el planeta. "A menudo, nos quedamos en los números de pobreza y desnutrición, pero debemos preguntarnos qué significa realmente el desarrollo sostenible para los 8.000 millones de habitantes de la Tierra", afirmó en la sesión sobre el "Progreso del Desarrollo Humano".
Menchú también vinculó la migración con la falta de oportunidades, expresando su deseo de que cada individuo tenga la posibilidad de vivir una vida mejor, sin importar su ubicación.
Por su parte, Carlos Slim participó en la sesión "Educación y Formación Integral", donde destacó el gran potencial para mejorar la educación en México. Abogó por la implementación de cursos no presenciales en las universidades, permitiendo que más jóvenes accedan a la educación sin necesidad de estar inscritos. Sin embargo, señaló deficiencias en la educación básica, mencionando que la eliminación de exámenes en primaria ha perjudicado el rendimiento en niveles superiores.
Slim fue reconocido con el Premio Cumbre de la Paz por su labor, un honor que recibió de manos de Menchú y de Ekaterina Zagladina, presidenta de la Cumbre. Agradeció el reconocimiento, resaltando la importancia de la labor de los laureados con el Premio Nobel de la Paz como fuente de inspiración para generar cambios en el mundo.
El evento, que se desarrolló del 18 al 20 de septiembre en Monterrey, también contó con la participación de otros reconocidos premios Nobel de la Paz, como el ex presidente de Costa Rica, Oscar Arias Sánchez, la abogada iraní Shirin Ebadi y la periodista yemení Tawakkol Karman. Slim concluyó enfatizando que el trabajo de estos laureados inspira a muchos a seguir luchando por la paz y la justicia, recordando que estos esfuerzos son colectivamente necesarios.
Fuente: El Universal