Estados Unidos
A medida que se conocen más detalles sobre el traslado de 135 presos políticos desde Nicaragua a Guatemala, se revela que Estados Unidos desempeñó un papel crucial en la coordinación del proceso. En una entrevista con El País, el canciller guatemalteco Carlos Ramiro Martínez explicó que la llegada de los liberados fue anunciada con 10 días de anticipación, y que la diplomacia estadounidense desempeñó un papel activo en persuadir a Guatemala para aceptar a los nicaragüenses.
Martínez reveló que el Secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, conversó directamente con el presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo, enfatizando la importancia del asunto para Estados Unidos. Esta intervención fue clave para que el presidente Arévalo tomara la decisión de recibir a los presos, desencadenando una rápida coordinación entre las autoridades guatemaltecas.
El canciller detalló que durante las reuniones con funcionarios estadounidenses, no se discutieron los detalles específicos de cómo se gestionó la liberación de los presos en Nicaragua. Sin embargo, se les informó que Guatemala había sido seleccionada como destino debido a un acuerdo previo con Nicaragua.
Otras instituciones guatemaltecas, como ACNUR, la Organización Internacional para las Migraciones y UNICEF, también participaron en el proceso. Martínez aclaró que las autoridades guatemaltecas no tuvieron contacto directo con sus homólogas nicaragüenses durante el proceso. La coordinación se realizó exclusivamente entre el Departamento de Estado, la embajada estadounidense y la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia de Guatemala.
El proceso incluyó la recepción de los liberados en el aeropuerto por parte de autoridades guatemaltecas. Martínez describió el momento como extremadamente emotivo, con expresiones de alegría y agradecimiento por parte de los recién llegados. Muchos gritaron “¡Viva Guatemala!” y “¡Viva Estados Unidos!” y algunos incluso besaron el suelo.
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El canciller también mencionó que, aunque no se ofreció la nacionalidad guatemalteca a los liberados, se les permitió residir legalmente en el país o continuar su viaje hacia el norte. Se mantendrá en reserva la lista completa de las personas recibidas debido a consideraciones legales y de privacidad.
Martínez expresó su esperanza de que la decisión de Guatemala no provoque tensiones con Nicaragua, aunque anticipó posibles comentarios negativos del nuevo canciller nicaragüense. A pesar de las diferencias políticas, el canciller aseguró que la relación diplomática entre ambos países sigue en pie, a pesar de los recientes desacuerdos y el cierre de la Embajada de Nicaragua en diciembre pasado.
El canciller concluyó expresando su preocupación por la situación en Nicaragua, destacando la falta de libertades y el clima de represión. Subrayó que Guatemala, con su experiencia en épocas oscuras, entiende la gravedad de la situación en Nicaragua y está comprometida con la democracia y los derechos humanos.
Fuente: La Prensa