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En medio de un clima político cargado, el presidente Javier Milei se encuentra en el centro de la polémica tras el avance de un proyecto de ley que propone un incremento del 8,1% en las jubilaciones y una modificación en la fórmula de movilidad. Este proyecto, impulsado por el kirchnerismo y con el apoyo de una fracción de la UCR, obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados en junio con el respaldo de dos tercios de los legisladores, lo que generó una fuerte reacción por parte del mandatario.
A través de sus redes sociales, Milei manifestó su firme oposición al proyecto, llamando a los legisladores que lo aprobaron «degenerados fiscales». El presidente advirtió que la sanción de esta ley comprometería su meta de alcanzar el «déficit cero», un pilar de su estrategia económica. Según la agencia NA, Milei ha afirmado que vetará la ley si también es aprobada por el Senado, sosteniendo que ceder a presiones políticas representaría un retroceso para la estabilidad económica del país.
Milei subrayó que las políticas expansivas podrían reactivar la inflación y acentuar la crisis económica que ha afectado a Argentina durante décadas. En un foro económico regional, el presidente reiteró que no dudará en ejercer su poder de veto tantas veces como sea necesario.
El proyecto, que será tratado en el Senado el próximo jueves 15 de agosto, está a punto de generar un choque entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo. Si bien el presidente ha dejado claro que no permitirá que se comprometa la estabilidad fiscal, el debate en el Senado aumentará la incertidumbre sobre un posible veto presidencial.
En caso de que Milei decida vetar la ley, el Congreso podría devolver el proyecto a la Cámara de Diputados. Si los legisladores persisten en su posición y obtienen nuevamente los dos tercios necesarios, el proyecto volvería al Senado, donde Milei no podría impedir su promulgación.
La situación plantea un desafío significativo para el gobierno de Milei, que deberá equilibrar su compromiso con el déficit cero frente a las demandas sociales que abogan por una mayor protección para los jubilados. La posibilidad de que el Congreso insista en la ley, superando el veto presidencial, podría marcar un nuevo capítulo en la dinámica de poder entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo.
La atención en los próximos días estará centrada en la decisión del Senado y en la respuesta del presidente. Un posible veto de Milei podría desencadenar un enfrentamiento institucional de gran magnitud.
Fuente: El Intransingente
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