Debate presidencial: Tensión y acusaciones personales dominaron el escenario

 

México

Tensión, confrontación y acusaciones personales dominaron el segundo debate presidencial, dejando un ambiente crispado entre las candidatas.

Xóchitl Gálvez entró con determinación para cuestionar a Claudia Sheinbaum, exponiendo lo que consideraba fallas en su gestión y en el gobierno actual. Por otro lado, Sheinbaum buscaba presentarse como una opción fresca, destacando los logros de su administración y de la 4T. Máynez, por su parte, enfocó sus intervenciones en propuestas concretas y datos, resaltando los éxitos de los gobiernos de Nuevo León y Jalisco.

El debate se intensificó con alusiones al narcotráfico. Gálvez acusó a Morena de tener vínculos con el crimen organizado, mientras que Sheinbaum contraatacó recordando el pasado gobierno de Felipe Calderón. Las confrontaciones continuaron con ataques personales y acusaciones sobre la gestión económica y ambiental.

El formato incluyó preguntas grabadas en video, que fueron aprovechadas por las candidatas para continuar con los ataques. Las propuestas quedaron en segundo plano ante el ambiente de confrontación.

Las intervenciones se tornaron cada vez más agresivas, con Gálvez llamando repetidamente a Sheinbaum "candidata del narco" y mostrando una camiseta con la imagen de la Santa Muerte. Sheinbaum respondió acusando a Gálvez de corrupción y daño al medio ambiente.

El debate culminó en un intercambio de acusaciones sobre temas personales y de corrupción, dejando un sabor amargo entre las candidatas y un ambiente poco propicio para el análisis de propuestas.

En medio de tantos ataques personales, los verdaderos perdedores parecen ser los votantes, que enfrentan dificultades para encontrar consistencia en las propuestas entre tanto lodo político.

Fuente: Excelsior

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Bestiario Político No. 72