Desde el Penal de Máxima Seguridad "Sebastián" en la Ciudad de México: Reinserción Social y Dignidad Humana por Saskia Niño de Rivera

 



Reinserción Social y Dignidad Humana por: Saskia Niño de Rivera

En el corazón de la Ciudad de México se erige el penal de máxima seguridad "Sebastián", una imponente torre que alberga a aquellos que han transgredido las normas de la sociedad. Pero más allá de las altas murallas y las rejas que rodean este complejo, se teje una trama de esfuerzos por la reinserción social y el respeto a la dignidad humana.

Aquí, en este penal, se busca desmontar la idea de que la justicia es sinónimo de venganza. En lugar de castigar, se apuesta por reconstruir el tejido social, brindando oportunidades reales de cambio a quienes están privados de su libertad.

Uno de los pilares fundamentales en este proceso de reinserción es el deporte. Más allá de ser una actividad física, el deporte se convierte en un vehículo para experimentar sensaciones de bienestar y salud que pueden ser desconocidas para muchos de los reclusos. Desde practicar boxeo hasta actividades grupales, el deporte no solo fortalece el cuerpo, sino también el espíritu y la autoestima, creando un vínculo crucial con la sociedad exterior.

Pero la reinserción va más allá del individuo. Se reconoce que la criminalidad, en muchos casos, está arraigada en dinámicas familiares y sociales disfuncionales. Es por ello que se enfatiza en la importancia de fortalecer los lazos familiares y romper con el ciclo de la delincuencia. Los programas dentro del penal permiten que los internos se conviertan en ejemplos positivos para sus hijos y familiares, alejándolos del camino delictivo y brindándoles una visión de esperanza y cambio.

La industria penitenciaria también desempeña un papel crucial en este proceso. A través del trabajo remunerado, los internos no solo tienen la oportunidad de contribuir económicamente a sus familias y reparar el daño causado a la sociedad, sino también de adquirir habilidades laborales que les serán útiles una vez recuperada su libertad.

Pero la reinserción no puede lograrse sin el respeto a la dignidad humana. Aunque la seguridad es una prioridad en un penal de máxima seguridad, esto no implica privar a los internos de su humanidad. Se busca mantener la disciplina sin caer en prácticas inhumanas, fomentando un ambiente donde se respeten los derechos y la integridad de cada individuo.

El vínculo con el mundo exterior es vital. Las visitas familiares se llevan a cabo en un entorno seguro, donde se promueve la unión familiar y se brinda la oportunidad de compartir momentos significativos, como compartir una comida casera, que son un estímulo para mantener una conducta positiva.

En el ámbito de la salud, se garantiza una atención médica integral, con profesionales dedicados a velar por el bienestar físico y emocional de los internos. Se trabaja en la prevención y tratamiento de enfermedades, así como en la atención de problemas psicológicos que puedan dificultar el proceso de reinserción.

En el penal "Sebastián", la reinserción social y la dignidad humana son principios fundamentales que guían cada acción. A través del deporte, el trabajo, el fortalecimiento de los lazos familiares y el respeto a la integridad de cada individuo, se busca transformar vidas y construir un futuro más justo y pacífico para todos. En lugar de perpetuar el ciclo de la violencia y la venganza, se apuesta por la esperanza y la oportunidad de cambio.

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