Bernardo Arévalo, el candidato sorpresa que rompe el tablero tradicional Guatemala




Internacional | Guatemala

Bernardo Arévalo de León se convirtió el domingo en la sorpresa de las elecciones de Guatemala. Con casi el 12% de las preferencias, el candidato del Movimiento Semilla, un partido progresista surgido al calor de las movilizaciones de 2015, se enfrentará en segunda vuelta el próximo 20 de agosto a la ex primera dama Sandra Torres, que con cerca del 16% fue la opción más votada. Arévalo (Montevideo, 64 años), se presenta como “el hijo del mejor presidente de Guatemala”, un reconocimiento que varias generaciones le han concedido a Juan José Arévalo Bermejo, el mandatario reformista que gobernó el país centroamericano de 1945 a 1951, después del triunfo de la Revolución de Octubre de 1944 que puso fin a un ciclo de dictaduras militares.

Sociólogo, doctor en Filosofía y Antropología Social, Arévalo, que se identifica como socialdemócrata, nació en Uruguay durante el exilio de su familia por la persecución del régimen que retomó el poder y derrocó al presidente Jacobo Árbenz Guzmán en 1954. El presidenciable del Movimiento Semilla es uno de los fundadores de esa fuerza que fue impulsada por intelectuales y jóvenes profesionales indignados con las formas tradicionales de hacer política. El movimiento surgió como una opción política para responder a las demandas de las manifestaciones ciudadanas que salieron a las calles para expresar su rechazo contra la corrupción generalizada que la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) destapó en el país. Arévalo fue electo como diputado en las elecciones de 2019, la primera vez que Semilla postuló candidatos y en la que se truncó la candidatura de Thelma Aldana, la exfiscal general que encabezó la lucha contra la corrupción junto con la CICIG y que debió salir al exilio.

Pasada la medianoche del domingo, el escrutinio ya anticipaba la hazaña. Las encuestas, que apenas le otorgaban un 3% de los votos, se estrellaron con todas las previsiones, pero el aspirante ya estaba en segunda vuelta. El político decidió entonces acudir al Centro Nacional de Información (CNI) que las autoridades electorales habían instalado en un hotel de Ciudad de Guatemala. “Estamos muy contentos porque somos un partido político, no somos una colección de personas sino un partido que responde a una plataforma y a una visión”, dijo Arévalo a los periodistas que le rodeaban. “Nosotros siempre tuvimos claro que las encuestas no reflejan lo que las personas estaban pensando”, manifestó.


Fuente: El País

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