Úrsula Benitez, la niña poblana prodigio del ajedrez



Mosaico | Deportes

Con tan sólo 13 años de edad, Úrsula Francisco Benítez, es una niña que ha participado en diversos torneos de ajedrez, y recientemente obtuvo el segundo lugar en los Juegos Escolares de Ajedrez de la Educación Básica 2023 a nivel secundaria en la categoría femenil.

En el marco del Día del Niño a celebrarse el próximo 30 de abril, Úrsula platicó con Telediario Puebla, y detalló que fue gracias a su papá que comenzó el gusto por tan complicado deporte, que combina también con el gusto al canto.

Un poco seria contó que en la primaria la invitaron a participar en un torneo de la SEP, donde un compañero le enseñó más técnicas, que profesionalizó después al ingresar a clases de ajedrez en Casa Olinka.

“Yo empecé a jugar ajedrez desde pequeña, mi papá me enseñó a jugar desde los 3 años, y de ahí, después entré a clases en la Escuela de Ajedrez Casa Olinka”, señaló al destacar que ahora ella le gana a su papá en el ajedrez. Si bien su papá fue quien le inculcó el gusto por el ajedrez, Úrsula detalló que no viene de una familia de ajedrecistas, es decir, poco a poco le fue gustando dicho deporte, hasta practicarlo de manera formal y no sólo como un pasatiempo.

Tras señalar que aún no tiene muchos premios, Úrsula se siente satisfecha de lo que ha logrado hasta el momento y se encuentra muy enfocada en el Torneo de la Conade, donde participará el año entrante en la categoría Sub16.

Además, en su historial competitivo, ha participado en diversos torneos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), donde ya obtuvo un premio; aunque debido a la pandemia por el covid-19 no pudo asistir, “pero antes de la pandemia estuve en torneos de Casa Olinka del IMSS, ahí gane un tercer lugar”.

Me gusta mucho el ajedrez, y a veces practico jugando en línea, pero también tengo clases en la escuela Olinka los sábados; además utilizo la aplicación de lichis para hacer ejercicios”, expresó con emoción al hablar del ajedrez.

La pequeña de 13 años, reconoce que antes de cada torneo se pone nerviosa, pero sólo por momentos, pues se dice a ella misma “ya estás aquí y lo tengo que hacer, participo, hago mi partida y aunque no siempre ganó me siento satisfecha hasta donde he llegado”, expuso al añadir que las partidas van de un minuto hasta 90 minutos y ella ha jugado una de más de dos horas.

Sí, me pongo nerviosa, pero me relajo después de mi participación, luego me vuelvo a poner nerviosa porque viene otra partida. Me siento satisfecha por lo que hice, aunque no haya ganado.


Fuente: Milenio

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