London bridge en la ComPol todo comunica

 


Por: Augusto Hernández

 Viviremos lo previsto desde 1701, 1800 y 1960…

Siempre es fácil comentar y señalar errores en la comunicación gubernamental y política, a “toro pasado” -como se dice común mente para señalar que se visualiza algo que ya aconteció- se aprecia todo distinto y con una óptica meticulosa; sin embargo, parece necesario comentar las acciones positivas y sobre todo, reconocer cuando algo se hace bien. Me refiero a reconocer que el protocolo aun en pleno siglo XXI y con las redes como canal informativo más usado, sigue siendo vigente para lograr que las cosas sucedan casi como lo planeaste.

La familia completa está en Balmoral, señal que las cosas no pintan bien. Mientras redacto esta nota, posiblemente ocurrió lo inevitable o posiblemente no, pero la Reina Isabel II o Elizabeth Alexandra Mary Windsor ha empeorado su salud y por ello, se inició el protocolo denominado “puente de Londres”, el cual, es un procedimiento que se duraría hasta semanas y que implica la participación de instituciones, otros países y medios de comunicación.

Ha trascendido y se sabe que, Edward Young, el secretario privado de la reina dirá en algún momento: "El puente de Londres ha caído", frase que pronunciaría para dar la noticia. Una vez que sea comunicada esta, en pocos minutos todos los líderes mundiales serán informados del fallecimiento de la monarca del Reino Unido. Los medios de comunicación participarán desde ese preciso instante en la operación, su función radicará en lanzar programas especiales sobre su vida, obra y gracia, así como avisos y será cancela la programación que estuviera corriendo. Con decir que la propia BBC cancelará cualquier programación cómica. Junto a esto, se lanzarán 41 cañonazos de honor y paralelamente comenzará el camino hacia la sucesión al trono. 

Dentro de este protocolo, la Bolsa de valores del Reino será informada y cerrará operaciones al momento de la noticia y para el funeral de Estado, mismo que está previsto a ejecutar 10 días después del fallecimiento. Cuando se anuncia la trágica noticia será decretado día de luto. Por si fuera poco, el protocolo tiene previsto el lugar en el que deberá realizarse el responso y de darse el caso al morir en Escocia (en la residencia de Balmoral) el responso más inmediato tendría lugar en la catedral de Edimburgo.

Más allá de lo que les parezca a algunos todas y cada una de estas acciones en el mundo moderno, sobre todo, para países y culturas latinas desarraigadas –sólo de cierta forma- de las costumbres nobles, mi mayor interés es señalar que este, es un protocolo aprobado en 1960, mismo que se ha actualizado con el paso del tiempo, pero se ajusta a lo acordado hace más de 60 años. Países como Australia, Canadá y Nueva Zelanda tienen sus propios planes, los que serán activados en cuanto se comunica el fallecimiento por parte del Centro de Respuesta Global del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth, encargado según el protocolo de comunicar la noticia al resto de países de la organización. 

Por cuanto hace al destino de la Corona, eso también está previsto. La sucesión legal, se rige por el Acta de Unión (1800), que restableció las previsiones del Acta de Establecimiento de 1701 y la Declaración de derechos. Por lo que, al confirmar la caída del puente de Londres, el Consejo de Adhesión se reunirá en el Palacio de St. James para proclamar al nuevo rey, mientras la Cámara de los Comunes convoca una sesión extraordinaria para que los parlamentarios juren lealtad –La reina ha muerto, Dios salve a la reina. ¡Viva el Rey!. Las banderas ondearán a media asta y habrá múltiples avisos tanto en la web de Buckingham como en la entrada del propio Palacio. El hasta hoy Príncipe Carlos (podría no elegir ese nombre al trono) estará obligado a realizar una gira por el resto de países del Reino Unido, con visitas imperiosas a Edimburgo, Belfast y Cardiff.

El protocolo que para muchos resulta anacrónico o anquilosado, demuestra hoy que la planeación bien hecha, redactada, transmitida, comunicada y apropiada por quienes juegan un rol en su ejecución es estrategia pura y con ello, cada acción y táctica implementada cobre su valor ante un suceso obligatorio pero incontrolable. Sigamos la comunicación política y gubernamental de Reino Unido, tal vez, aprendamos y valoremos el protocolo en tiempos de redes…

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Bestiario Político No. 72