El Partido Republicano se impone en el Congreso y reconfigura el mapa político chileno
El mapa político chileno sufrió este domingo un reacomodo profundo tras las elecciones parlamentarias realizadas en paralelo a la primera vuelta presidencial. El gran vencedor fue el Partido Republicano, liderado por José Antonio Kast, que avanzó de manera contundente tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, confirmando la consolidación de fuerzas más radicales en ambos extremos del espectro político y el debilitamiento de los bloques moderados.
Kast, que pasó al balotaje frente a la candidata de izquierda Jeannette Jara, arrastró a sus aliados del pacto Cambio por Chile —que agrupa a republicanos, libertarios y al Partido Social Cristiano— a un crecimiento histórico: de 15 a 42 diputados, según los primeros cómputos. Sumado a la derecha tradicional, que retrocedió a 34 escaños, la oposición de derecha acumula 76 de los 155 escaños. No logran la mayoría debido al avance inesperado del Partido de la Gente de Franco Parisi, que irrumpió con 14 diputados.
En el Senado, el avance republicano también fue significativo: pasaron de uno a siete escaños. Si se suman los 18 senadores de la derecha tradicional, la oposición alcanzará 25 de los 50 escaños, perdiendo la mayoría que hoy ostenta frente al oficialismo.
Si Kast confirma su victoria en la segunda vuelta del 14 de diciembre, deberá gobernar con un Congreso fragmentado. No sería un escenario inusual para Chile, donde las mayorías parlamentarias han sido esquivas y los llamados “díscolos” suelen tensionar las bancadas durante los periodos legislativos.
En el bloque oficialista, Unidad por Chile —que reúne al Partido Socialista, el Frente Amplio y el Partido Comunista— sufrió un retroceso: de 72 a 61 diputados. A esto se suma la pérdida de apoyo de los partidos verdes, regionalistas y humanistas, que al competir por fuera del oficialismo solo alcanzaron tres escaños.
La izquierda queda con 64 diputados en total, lejos del umbral de la mayoría. Deberán, al igual que la derecha, negociar con Parisi, cuya colectividad se transformó en un actor clave para aprobar proyectos que requieran quórum especiales. A pesar de su buen desempeño en la Cámara, el Partido de la Gente no obtuvo representación en el Senado.
El ascenso republicano se concentró especialmente en la Cámara de Diputados, donde la derecha tradicional registró su caída más dura: la alianza Chile Grande y Unido —UDI, RN, Evópoli y Demócratas— pasó de 53 a 34 escaños. La UDI quedó con 18 diputados, RN con 13, Evópoli con dos y Demócratas con uno. En la Cámara Alta, en cambio, RN se impuso dentro del bloque al obtener nueve senadores frente a los cinco de la UDI. La UDI no logró elegir a ningún senador en esta elección.
En el oficialismo, la correlación interna también cambió. El Frente Amplio y el Partido Comunista sumaron 28 diputados, superando al Socialismo Democrático —PS, PPD, liberales y radicales—, que quedó con 25. La hegemonía del sector queda así en manos de la izquierda más dura, que se impone sobre la centroizquierda tradicional.
Fuente: El País


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