Cepeda consolida su ventaja electoral con una defensa firme del legado de Petro

Cepeda consolida su ventaja electoral con una defensa firme del legado de Petro

Colombia

Iván Cepeda Castro, candidato de izquierda para los comicios presidenciales de 2026, reapareció públicamente en Bogotá tras semanas de bajo perfil. Su victoria en la consulta interna, donde obtuvo 1.520.287 votos, elevó las expectativas entre sus seguidores, quienes aguardan una hoja de ruta capaz de cohesionar al progresismo y atraer a los votantes del centro. La más reciente encuesta del Centro Nacional de Consultoría lo ubica al frente de la contienda con un 20% de intención de voto, lo que fortaleció su posicionamiento y le sumó apoyos dentro del liberalismo progresista.

El senador cuenta con una ventaja temporal sobre la derecha, actualmente enfrascada en disputas internas para definir candidato. Sin embargo, arrastra el costo de ser el abanderado del oficialismo en un contexto donde la popularidad del Gobierno lleva meses por debajo del 50%. Cepeda, no obstante, exhibe calma y un mensaje firme: no tomará distancia del presidente Gustavo Petro.

Durante su primera aparición en las calles de la capital, en la intersección de la carrera séptima con la calle 19, envió un mensaje directo: “Respaldo total al presidente Gustavo Petro ante los ataques provenientes del gobierno estadounidense. Estamos aquí para exigir respeto al Pacto Histórico y a nuestros derechos políticos”. Su discurso ratificó su intención de sostener una defensa sin matices del mandatario, incluso en momentos en que el Gobierno enfrenta críticas por la crisis del sistema de salud y los bombardeos recientes en la Amazonía que dejaron menores fallecidos.

Cepeda ha sido presionado para desmarcarse con mayor contundencia. Él respondió con un pronunciamiento enfocado en el respeto al Derecho Internacional Humanitario y en la condena al reclutamiento de menores por grupos armados, reiterando su postura histórica sin confrontar directamente al Ejecutivo.

El acto público mostró el sello de su estilo: prudencia, serenidad y una narrativa alejada de los impulsos que caracterizan a Petro. Aunque esa mesura es una fortaleza institucional, en campaña suele tener menos impacto ante un electorado que premia la emocionalidad.

La movilización estuvo marcada por banderas moradas con su nombre, las amarillas del Polo Democrático y las blancas del Pacto Histórico, cuya personería jurídica sigue sin resolverse en el Consejo Nacional Electoral, a menos de un mes del cierre de inscripciones al Congreso. Este punto se ha convertido en uno de los grandes desafíos de la campaña. Cepeda anunció acciones legales y advirtió que, de ser necesario, sus seguidores se movilizarán de manera pacífica para exigir reconocimiento.

La incertidumbre jurídica coincide con otro frente estratégico: su eventual participación en el Frente Amplio, una consulta prevista para marzo con otros aspirantes progresistas que buscan capturar al electorado de centro. La decisión de la Registraduría sobre si la consulta reciente fue o no interpartidista será determinante para definir su futuro y el del bloque progresista.

Tras semanas de aparente discreción, la campaña tomó impulso con el nombramiento de María José Pizarro como jefa de debate. Con una presencia mediática más consolidada, su llegada fue interpretada como un reposicionamiento para dar mayor orden, alcance territorial y claridad narrativa a la candidatura. Ambos comparten un vínculo simbólico: son hijos de figuras políticas asesinadas en los años de violencia intensa en Colombia, un elemento que marca su discurso de paz y garantías políticas.

Antes de su paso por Bogotá, Cepeda encabezó un acto en la plazoleta de la Catedral de Pasto, en Nariño, uno de los bastiones progresistas del sur del país. Allí llamó a asegurar la victoria en 2026 y rechazó cualquier escenario de violencia electoral. La jornada sirvió para consolidar apoyos entre organizaciones indígenas y campesinas, claves para el petrismo en los últimos años.

El senador anticipó que recorrerá territorios donde el Gobierno conserva respaldo, pero también aquellos donde el malestar ha crecido. Su meta, según afirmó, será “escuchar, corregir y construir acuerdos” para sostener la ventaja que hoy marca su campaña en un escenario político aún en reconfiguración.

Fuente: El País

 

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Sufragio El Podcast