Mientras el nuevo gobierno intenta proyectar un mensaje de estabilidad, centrado en la seguridad ciudadana y el rechazo a la violencia, las calles y las redes sociales reflejan una sociedad en ebullición que exige reformas de fondo. Las decisiones del Congreso y las primeras acciones de Jerí Oré se observan con cautela, entre la esperanza de un giro político y el escepticismo de quienes ven en este relevo una repetición de ciclos de inestabilidad.
En este escenario, el reto principal para el nuevo liderazgo será reconstruir la confianza entre el Estado y la ciudadanía, garantizar la continuidad democrática y enfrentar los problemas estructurales que han debilitado las bases institucionales del Perú.
















.jpg)