El Pacto Histórico enfrenta divisiones internas por la presencia de políticos tradicionales en su consulta
Colombia
La consulta del Pacto Histórico prevista para este domingo, en la que la izquierda definirá su candidatura presidencial y sus listas al Congreso, se ha convertido en un campo minado. Mientras persisten las dudas jurídicas sobre si el ganador podrá competir en la eventual consulta del frente amplio en marzo, dentro de la coalición crecen las voces que denuncian la infiltración de figuras provenientes de la política tradicional.
El exsenador Gustavo Bolívar, uno de los rostros más visibles del petrismo, encendió la polémica la semana pasada. A través de sus redes sociales, acusó a la coalición de avalar “candidatos de la politiquería tradicional” que, con maquinaria y poder económico, desplazarán a las bases sociales que dieron origen al movimiento.
“Está pasando algo triste, que no puedo callar”, escribió Bolívar. “El Pacto Histórico prometió un cambio. Difícil está resultando cumplir”.
Su crítica apunta al cambio de estrategia respecto a las elecciones legislativas de 2022, cuando las listas cerradas impulsadas por la popularidad de Gustavo Petro permitieron a la izquierda alcanzar su mayor representación en el Congreso. En 2026, sin el arrastre electoral del presidente, el Pacto busca repetir ese resultado abriendo la competencia interna, una decisión que —según sus detractores— ha facilitado la entrada de sectores tradicionales.
Entre los casos más polémicos figuran el de Laura Cristina Ahumada, precandidata al Senado y esposa del alcalde de Barrancabermeja, Jonathan Vásquez, acusado por la Fiscalía de liderar una red de compra de votos en 2023. También ha generado resistencia Claudia Romero, esposa del exconcejal de derecha David Ballén y aspirante a la Cámara por Bogotá, cuyo respaldo de Daniel Quintero y la eventual intervención del propio Petro para habilitar su candidatura han profundizado el malestar interno.
Las bases del petrismo alertan por el ingreso de figuras tradicionales en la consulta interna del movimiento
A estos nombres se suman Colombia Aduen Bray, exdiputada del partido de La U que ahora aspira a la Cámara por Bolívar, y Stalin Ballesteros, exdirector de Colombia Compra Eficiente, vinculado a conversaciones sobre posibles negociaciones de cargos públicos. “Que se cuele la política tradicional me parece muy frustrante”, declaró el representante Gustavo Becerra, del Pacto Histórico. “Este es un proyecto nacido del sacrificio de muchos movimientos sociales y no puede quedar en manos de quienes no nos representan”.
El dilema de la coalición se resume en una tensión entre dos modelos: la selección de candidatos por designación de las cúpulas —criticada como “dictadura del bolígrafo”— o la apertura democrática que, sin filtros, puede beneficiar a quienes tienen estructuras de poder ya consolidadas. Un comité de ética intentó frenar algunas postulaciones, pero el propio presidente Petro optó por mantenerlas.
La dirigencia del Pacto confía en que la votación de este domingo será una demostración de fuerza, aunque reconocen el desgaste que han dejado las disputas internas y las renuncias de figuras clave como Daniel Quintero, quien se retiró de la consulta por temor a inhabilitaciones legales.
“El enredo jurídico y las deserciones pueden reducir la participación”, admitió Bolívar. Aun así, otros dirigentes son más optimistas. “Este debate ha puesto al Pacto Histórico en el centro de la discusión pública”, aseguró Becerra. “Ahora todos saben que el domingo hay una elección de la izquierda. Nos falta aclarar el mensaje, pero sin duda esto también nos ha dado visibilidad”.
Fuente: El País


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