Entrevista Sufragio: Memo Quintana


En un entorno político cada vez más competitivo y saturado de mensajes, la creatividad se ha convertido en un factor determinante para lograr campañas que realmente conecten con la ciudadanía. Memo Quintana lo entendió desde el inicio. Con raíces en la locución y una trayectoria que lo ha llevado a liderar una firma creativa multipremiada como Comarka, Quintana ha sabido traducir la emoción en estrategia y las ideas en narrativas que ganan elecciones.

Conversamos con él sobre su tránsito de los micrófonos a las campañas políticas, el valor de un enfoque fresco en una industria tradicionalmente rígida, y los retos de construir narrativas creíbles en tiempos de desconfianza. Desde la construcción de equipos jóvenes hasta el equilibrio entre datos y emociones, esta entrevista revela las claves detrás de una nueva manera de hacer comunicación política en México y América Latina.
 
Entrevista para Sufragio con Memo Quintana
  • 1. Memo, tu camino inició en la locución y hoy encabezas una firma creativa multipremiada en el ámbito político. ¿Cómo fue ese tránsito de la radio a las campañas electorales? *¿Qué puntos de inflexión marcaron tu salto definitivo hacia la consultoría política?*
Creo que tanto la locución como la consultoría política surgieron como anhelos que tenía de incursionar en dos aspectos que me llamaban mucho la atención, son deseos que fui construyendo con el tiempo. Desde muy joven me atrajo la posibilidad de comunicar algo que provocara una reacción, y en ambos mundos encontré eso, además de darme cuenta y tener la certeza de que la comunicación política no tenía por qué ser acartonada, podía ser mucho más creativa.
Ese tránsito fue muy natural porque la locución me dio una herramienta: saber conectar con la gente. Y cuando descubrí que eso podía ponerse al servicio de un entorno político, conectó conmigo. 
No es casualidad llegar hasta acá, estoy convencido totalmente de que el reto es enfrentarte y superarte a ti mismo. Creo que solo luchamos por lo que creemos que podemos conseguir, nosotros mismos dimensionamos cuál es nuestro límite.
  • 2. Comarka ha logrado destacarse en una industria aún dominada por consultores tradicionales. ¿Qué aporta una firma joven y creativa como la tuya a la política actual?
Aportamos una manera distinta de mirar la política. En Comarka creemos que la creatividad no está peleada con la estrategia ni con la técnica, al contrario, cuando se combinan bien, dan resultados. La política no es un medio fácil, así que hemos tratado de imprimir nuestro sello personal y creativo.
Creo que lo que nos ha hecho destacar es que sabemos que el político necesita ganar, pero también necesita diferenciarse. Tenemos la fortuna de que algunas personas creyeran en que a la política le hacía falta un poco de creatividad. Y ahí es donde entramos nosotros: para construir que emocionen, pero que también estén ancladas en datos, en estrategia y en la coyuntura.
Al final del día, lo que aportamos es una narrativa más real. Una forma de hacer comunicación política que llame la atención.
  • 3. En un país como México, ¿Cuánto pesan realmente las ideas frente a la narrativa visual y las emociones en una campaña?
Mucho. Pero hay que saber equilibrarlas. Las ideas son la raíz de todo. Una campaña sin una buena idea es solo ruido. Pero claro, vivimos en un tiempo donde la atención dura segundos, y ahí es donde entramos de lleno.
No basta con tener una buena propuesta, hay que saber traducirla a una imagen, a una frase, a un contenido que conecte de inmediato.
  • 4. Tu equipo es conocido por ser joven, diverso y talentoso. ¿Cómo logras alinear la visión estratégica con la frescura creativa de tu equipo sin perder foco electoral?
Estoy convencido de que la juventud está empujando muy fuerte en nuestro país y en todo el mundo. Tenemos estrategias que nacen de la mente de nuestros creativos y constantemente cuestionamos, probamos, pulimos. 
Ser jóvenes no nos hace improvisados, nos hace más sensibles a lo que pasa allá afuera. Aportamos frescura y entendimiento de cómo se consume la información, de cómo se
siente la gente frente a la política. 
Creo que la clave también es no perder de vista el objetivo final: queremos ganar. Porque sí, está padre que algo se haga viral, pero lo que queremos es que también se vote.
  • 5. Muchos critican que las campañas se han vuelto “marketeras” y han perdido profundidad ideológica. ¿Qué opinas tú de esa crítica?
Es una crítica válida. Pero también creo que hay una lectura incompleta si solo se queda ahí. La comunicación política sí ha evolucionado, pero eso no significa que la profundidad ideológica haya desaparecido, sino que debe transformarse.
El reto está en cómo comunicas esas ideas de manera atractiva, potencializar esa idea con
creatividad.
Además, no hay que olvidar que en México el territorio y las estructuras políticas siguen
siendo la base.
Entonces hoy tenemos plataformas y estrategias para poder llegar mucho más rápido, pero eso no implica que dejes de recorrer el territorio, eso difícilmente te hace ganar, por más que tenga visualizaciones o likes.
  • 6. Has ganado premios como los Reed Latino y los Napolitan Victory Awards. Más allá del reconocimiento, ¿Qué significan estos logros para tu equipo y tus clientes?
Para nosotros significan mucho porque es una confirmación de que el camino que hemos
elegido funciona y que nuestro trabajo tiene impacto. Es la recompensa de saber que
estás caminando por el camino correcto, que esos esfuerzos extras, ese empuje que estás
dando, se traduce en un reconocimiento.
Pero también nos ponen un reto: no conformarnos, seguir creciendo y mejorando. Y para los clientes, es una señal de que están confiando en un equipo que sabe lo que hace, que tiene experiencia y creatividad. Eso les da confianza para apostar por nosotros.
  • 7. En tiempos de desconfianza política, ¿Cómo se construye una narrativa creíble para un candidato sin caer en el artificio?
El tema está en lo auténtico. Se trata de encontrar esos puntos reales de conexión entre el
candidato y la gente. Por eso, antes de diseñar cualquier narrativa, nos sentamos a
entender qué propone realmente, qué lo mueve.
Una narrativa creíble nace de la coherencia entre lo que se dice, lo que se hace y lo que la
gente percibe. Cuando eso se rompe, se siente al instante. La gente hoy está muy atenta y
puede detectar cuando algo suena falso o forzado.
  • 8. ¿Qué errores ves que se repiten en las campañas políticas mexicanas y qué deberían aprender de la comunicación de marca?
Uno de los errores más comunes es pensar que todos consumen la información igual. A veces se diseña una estrategia pensando que “todos ven tal noticiero” o “todos están en ciertas redes sociales”, y la realidad es que cada público tiene sus propios canales y lenguajes.
También, muchas campañas subestiman el poder de diversificar sus medios y contenidos. Hoy tienes que combinar lo tradicional con lo digital, anuncios segmentados y formatos diferentes para llegar realmente a la gente.
Nosotros tenemos la fortuna de que algunas personas creyeran en que a la política le hacía falta un poco de creatividad y entender el ritmo que tiene la propia política, que es muy rápida. Requiere equipos rápidos, muy completos, y que entiendan el contexto de la coyuntura.
  • 9. Memo, en tres palabras: ¿Cómo debe ser la campaña perfecta en 2025? *Y si te animas, ¿Qué candidato ideal imaginarías para esa campaña?*
Creativa, funcional y memorable. 
Vivimos en tiempos donde decir lo que se piensa puede costar caro, se deben de adoptar estrategias para saber comunicar. La honestidad es uno de los aspectos que más se valora.
Y el candidato ideal... no es el que lo sabe todo, es el que se deja acompañar. El que no tiene miedo de rodearse de personas que le digan la verdad. Ese que escucha, que se deja asesorar, que entiende que hoy las campañas ya no se ganan solo con carisma, sino con estrategia y equipo.
  • 10. Finalmente, ¿Cuál es la huella que quieres dejar tú –y Comarka– en la historia de la comunicación política en México y América Latina?
Me gustaría que se diga que fuimos parte de una generación que ayudó a cambiar la forma en la que se comunica la política. Que supimos integrar la creatividad con estrategia, pero sin perder de vista el fondo del mensaje.
Comarka nació para abrir caminos nuevos, para proponer ideas que tal vez al inicio sonaban arriesgadas, pero que lograron resultados.
Queremos que nos recuerden como una firma que creyó en los equipos jóvenes y en la política que se hace desde las emociones, pero también desde el pensamiento. Que ayudamos a construir campañas y narrativas memorables.


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