La alcaldesa Muriel Bowser aseguró este miércoles que los delitos violentos en la capital estadounidense han registrado una baja significativa desde que el presidente Donald Trump ordenó la intervención federal de la policía local y el despliegue de la Guardia Nacional.
De acuerdo con Bowser, entre el 7 y el 26 de agosto los incidentes de violencia se redujeron un 45%, según cifras oficiales del Departamento de la Policía Metropolitana (MPD). El control federal comenzó el pasado 11 de agosto.
En un informe entregado a la prensa, el MPD también reportó una disminución del 87% en los robos de vehículos respecto al mismo periodo del año anterior.
Aunque la alcaldesa agradeció el refuerzo de las fuerzas del orden, evitó pronunciarse sobre si la medida de emergencia impulsada por Trump debería concluir al cumplirse los 30 días establecidos.
“Queremos agentes y vamos a seguir reforzando nuestra presencia policial”, señaló Bowser durante su comparecencia, acompañada por la jefa de policía Pamela Smith y otros funcionarios locales.
La estrategia federal ha coincidido con operativos de inmigración que generan inquietud en comunidades hispanas. Bowser afirmó no tener detalles sobre las detenciones realizadas por agentes federales, aunque reconoció la incertidumbre que atraviesan las familias inmigrantes.
“Me siento devastada por la gente que vive con miedo”, dijo la alcaldesa, reiterando su llamado a una reforma migratoria integral que ofrezca un camino a la ciudadanía para quienes trabajan y no tienen historial delictivo.
Por su parte, la Casa Blanca informó que en una sola noche se efectuaron 84 arrestos, de los cuales 40 correspondían a personas indocumentadas con antecedentes penales. Además, se decomisaron ocho armas de fuego ilegales.
En zonas comerciales como Columbia Heights, empresarios reportaron una baja en la actividad, atribuida al temor de los operativos migratorios.
El dispositivo de seguridad desplegado en la capital cuenta con más de 2,200 efectivos, entre ellos 929 miembros de la Guardia Nacional de D.C. y contingentes enviados desde otros seis estados.
Como parte de la intervención, el presidente Trump ordenó el desalojo de campamentos de personas sin hogar, calificando la situación como un problema “pequeño pero muy visible” en la ciudad.
El mandatario ha endurecido sus críticas contra la alcaldesa, a quien acusó de minimizar la inseguridad previa a la llegada de fuerzas federales.
“Era inseguro, era horrible”, dijo Trump desde el Despacho Oval, advirtiendo que si Bowser insiste en esa narrativa su administración podría “tomar el control total” de la capital.
La alcaldesa, sin embargo, defendió las estadísticas oficiales y subrayó que la baja en los delitos responde también a reformas impulsadas en los últimos dos años.
“Sabemos que la delincuencia ha disminuido en nuestra ciudad y que no concuerda con lo que dicen algunas personas”, respondió Bowser.
Fuente: Telemundo