En un periodo menor a 30 días, el Instituto Nacional Electoral (INE) ha registrado la renuncia de cuatro altos funcionarios en áreas estratégicas, lo que ha provocado una reestructuración interna marcada por nombramientos unilaterales, principalmente bajo la influencia de la consejera presidenta Guadalupe Taddei.
El más reciente anuncio corresponde a Giancarlo Giordano Garibay, titular de la Unidad Técnica de Vinculación con los Organismos Públicos Locales, quien confirmó su salida efectiva al 31 de julio. Giordano acumulaba más de 11 años en el INE, ingresando en abril de 2014 como asesor y escalando posiciones hasta su nombramiento como titular en junio de 2023, tras un periodo como encargado de despacho.
Su renuncia se suma a la de Miguel Ángel Patiño Arroyo, director Ejecutivo de Organización Electoral; María Elena Cornejo, directora de Capacitación y Educación Electoral; y Hugo Patlán Matehuala, titular de la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral (UTCE), todos cargos clave para la operatividad y supervisión de los procesos electorales federales.
Cabe destacar que Patiño Arroyo fue recientemente reincorporado al Servicio Profesional Electoral para dirigir Procedimientos Especiales Sancionadores en la UTCE, vacante desde 2023. Por otro lado, Patlán Matehuala abandonó el puesto tras críticas públicas por su desempeño durante administraciones priistas, mientras que Cornejo optó por un retiro voluntario iniciando su trámite de prejubilación.
Ante este escenario, Guadalupe Taddei ha promovido nombramientos de titulares y encargados de despacho sin requerir la validación del resto del Consejo General, generando cuestionamientos sobre la concentración de poder en la presidencia del INE y el rumbo de su gestión interna.
Fuente: El Economista
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