La Corte Suprema de Brasil decidió no ordenar, por ahora, el arresto del expresidente Jair Bolsonaro, a pesar de que, según el magistrado Alexandre de Moraes, incumplió las restricciones impuestas en el marco de la investigación por presunta conspiración para promover un golpe de Estado.
El juez Moraes, encargado del caso, reiteró que se mantienen vigentes las medidas cautelares, como el uso de una tobillera electrónica y la prohibición de utilizar redes sociales. No obstante, aclaró que estas restricciones no impiden al exmandatario brindar entrevistas a medios de comunicación.
La semana pasada, el magistrado ordenó a Bolsonaro portar el dispositivo electrónico y suspender sus actividades en redes, tras conocerse que había pedido apoyo al expresidente de EE. UU., Donald Trump. Esta gestión coincidió con la imposición de nuevos aranceles a Brasil, situación que Trump vinculó a lo que denominó una “caza de brujas” contra su aliado sudamericano.
El lunes 21 de julio, Bolsonaro apareció en el Congreso con el monitor en el tobillo y fue advertido por el juez sobre una posible detención, al considerar que vulneró las restricciones al hacer declaraciones difundidas en redes sociales, supuestamente a través de su hijo Eduardo, actualmente en Washington.
En su resolución más reciente, Moraes reconoció que "no hay duda" del incumplimiento de la orden judicial, pero consideró que se trató de un episodio aislado y que no amerita, por el momento, la emisión de una orden de aprehensión.
El equipo legal del expresidente no ha emitido comentarios tras la decisión del 24 de julio. Bolsonaro, por su parte, niega haber cometido actos ilícitos y calificó las medidas judiciales en su contra como "cobardes", asegurando que seguirá hablando con la prensa para “mantener viva su voz”.
Fuente: Brasil