Álvaro Delgado tomó posesión como presidente del Directorio del Partido Nacional (PN), fijando un rumbo claro basado en la cohesión interna y una postura firme como oposición frente al gobierno del Frente Amplio (FA).
En su discurso inaugural, Delgado apeló a la unidad como principio esencial, citando a Javier García: “la unanimidad no es buena, la unidad es una obligación colectiva”. Resaltó la capacidad histórica del PN para superar adversidades, subrayando que “nunca hay que bajar los brazos” y que el partido “se ha levantado una y otra vez a lo largo de su historia”.
A pesar de algunas tensiones manifestadas durante el acto —con abucheos y retiradas de la sala—, el nuevo presidente prefirió centrar su mensaje en la fortaleza interna, sin hacer referencia directa a esos episodios.
Delgado enfatizó que el Directorio debe actuar “en clave de unidad por encima de los grupos”, protegiendo al PN como “un instrumento fundamental para la vida política del país”. En paralelo, lanzó críticas contundentes al gobierno: “La gente nos puso en la oposición y lo somos, firme y clara”, señaló, calificando al oficialismo como “carente de rumbo, iniciativas e ideas”.
Cuestionó además la estrategia del Ejecutivo de “instalar el relato de una herencia”, a la que atribuyó la “inacción” y el incumplimiento de promesas electorales.
Con esta asunción, Delgado inaugura una nueva etapa para el Partido Nacional, con el objetivo de reposicionarlo como una oposición sólida y articulada tras la reciente derrota electoral y la salida del gobierno en marzo pasado.
Fuente: Debate