Rubio gana terreno en la administración Trump y se posiciona para 2028

Estados Unidos

En una sorpresiva jugada política, el presidente Donald Trump abrió la puerta a una competencia interna dentro de su gabinete al señalar públicamente a dos de sus más cercanos colaboradores como posibles sucesores para la contienda presidencial de 2028: el secretario de Estado Marco Rubio y el vicepresidente J. D. Vance.

Durante una entrevista con el programa Meet the Press de la cadena NBC, Trump describió a Vance como un “tipo brillante y fantástico” y elogió a Rubio como un “líder genial” dentro del movimiento Make America Great Again (MAGA). Estas declaraciones marcan un giro en la narrativa presidencial, especialmente tras años de insinuaciones del propio Trump sobre un posible regreso para un tercer mandato, posibilidad que él mismo pareció descartar por primera vez en términos explícitos.

Aunque reconoció que el actual vicepresidente podría tener ventaja por su posición institucional, Trump destacó el creciente peso político de Rubio, quien en los últimos meses ha acumulado funciones estratégicas. Además de encabezar el Departamento de Estado, el exsenador por Florida fue designado recientemente como asesor interino de Seguridad Nacional, sumando una responsabilidad que no se combinaba con el cargo de secretario de Estado desde los tiempos de Henry Kissinger. A esto se suman sus roles como administrador interino de USAID y archivista nacional interino.

Rubio, quien en las primarias de 2016 fue uno de los principales adversarios del entonces candidato Trump —quien lo apodó despectivamente Little Marco”—, ha experimentado una transformación política y estratégica que lo posiciona ahora como uno de los pilares del trumpismo. Analistas de medios como The Washington Post y Bloomberg han señalado que este ascenso va acompañado de un giro en sus posturas: desde el distanciamiento inicial con la línea dura de MAGA, hasta una adopción total del discurso y prioridades del movimiento.

Parte clave de esta proyección ha sido el fortalecimiento de sus vínculos dentro del entorno presidencial. Susie Wiles, jefa de gabinete de la Casa Blanca y figura influyente en la política de Florida, ha respaldado activamente sus nombramientos. Asimismo, Rubio ha estrechado lazos con figuras mediáticas como Stephen Bannon y Donald Trump Jr., consolidando su presencia en los espacios clave del trumpismo duro.

En contraste, J. D. Vance mantiene una posición de ventaja simbólica y estructural como vicepresidente. A sus 40 años, es el vicepresidente más joven desde Richard Nixon y el primer millennial en ocupar un cargo de esa magnitud. Su activismo, visibilidad y perfil ideológico le han valido el reconocimiento del liderazgo republicano. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, afirmó que Vance “es tan comprometido y activo como cualquier vicepresidente que recuerde”.

No obstante, las encuestas aún reflejan un dominio parcial de Vance entre las bases. Según un sondeo de The Economist y YouGov, un 43% de los republicanos e independientes simpatizantes del partido lo consideran su opción ideal para 2028. En esa misma medición, Rubio aparece rezagado con un 4%, detrás incluso de Donald Trump Jr. (11%) y Ron DeSantis (8%).

A pesar de la narrativa que comienza a construirse en torno a una potencial rivalidad, fuentes cercanas a ambos funcionarios insisten en que existe una relación de respeto y cooperación. “Son aliados ideológicos y tienen una muy buena relación profesional”, señaló a NBC un miembro del círculo íntimo de ambos. Incluso, el propio Vance restó dramatismo a las especulaciones: “Marco es probablemente mi mejor amigo en la administración”, declaró a Fox News.

Sin embargo, desde el entorno del oficialismo no se descarta que la creciente visibilidad de Rubio responda a una estrategia más amplia: proyectar un liderazgo latino capaz de ampliar las bases del movimiento MAGA hacia nuevos sectores. De hecho, algunos asesores ya se refieren a él como “el primer presidente latino potencial de Estados Unidos”.

Mientras tanto, las Trump Stores ya comercializan artículos promocionales con el lema “Trump 2028”, pese a que el propio mandatario afirma no estar buscando un nuevo mandato. “Hay mucha gente que vende esa idea, pero no es algo que yo busque”, señaló el presidente, sin cerrar del todo la puerta.

Lo cierto es que, con sus recientes declaraciones, Trump ha encendido una dinámica sucesoria que, aunque velada, perfila un escenario político cada vez más definido: entre la juventud combativa de Vance y la reinvención estratégica de Rubio, el futuro del trumpismo parece en disputa.

Fuente: La Tercera

 

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