El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, informó este domingo que postergará hasta enero de 2026 la presentación oficial del proyecto de reforma constitucional, con el objetivo de llevar a cabo un proceso de consulta y debate más amplio e incluyente. La decisión fue anunciada tras emitir su voto en las elecciones legislativas celebradas este domingo.
Maduro explicó que se ha acordado diseñar un mecanismo de consulta más abierto y dialogante, con mayor tiempo para la participación ciudadana y los distintos actores políticos, antes de entregar el proyecto a la nueva Asamblea Nacional que asumirá funciones el 5 de enero del próximo año.
“El proceso será más incluyente, abierto y con mayor tiempo para el debate, para presentar en enero a la nueva Asamblea el proyecto de reforma constitucional”, declaró el mandatario en un mensaje a la prensa tras la votación.
En paralelo, Maduro adelantó que promoverá un proyecto para instaurar un sistema electoral basado en “circuitos comunales”, con la finalidad de modernizar y reestructurar la forma en que se organiza y ejecuta el voto en el país. Este sistema implicaría una reingeniería integral del proceso electoral, desde la ubicación de los centros de votación hasta el mecanismo para emitir el sufragio.
Esta propuesta complementa la política gubernamental de fortalecimiento de las comunas —organizaciones civiles vinculadas al chavismo que realizan tareas sociales y políticas—, que desde el año pasado reciben financiamiento directo para sus proyectos.
El anuncio se da en un contexto donde Maduro, en su cuestionado tercer mandato que inició en enero pasado, presentó ante un Parlamento dominado por el oficialismo una propuesta para modificar al menos 80 artículos de la Constitución vigente desde 1999, impulsada originalmente por Hugo Chávez.
Cabe recordar que cualquier reforma constitucional en Venezuela requiere ser ratificada mediante un referendo popular.
Históricamente, el gobierno de Maduro ha enfrentado críticas internacionales y nacionales por la convocatoria en 2017 a una Asamblea Constituyente paralela con el objetivo de “pacificar” el país, una instancia que finalizó en 2020 sin lograr modificar la Constitución.
Este aplazamiento pone en pausa un proceso clave en la agenda política venezolana, que podría impactar en el equilibrio de poderes y en la configuración del sistema electoral para los próximos años.
Fuente: La Tercera