La diputada Kattia Cambronero Aguiluz anunció esta noche su renuncia al Partido Liberal Progresista (PLP) y su decisión de convertirse en diputada independiente. En un comunicado, Cambronero expresó su desilusión con el rumbo que ha tomado el partido desde su ingreso, subrayando que el PLP ha dejado de ser una plataforma comprometida con la inclusión, el progreso y la integridad en la gestión pública. En su lugar, la agrupación ha adoptado una postura más orientada hacia intereses políticos a corto plazo, centrada en una figura y visión únicas, lo que, según la diputada, va en contra de los valores de apertura y pluralidad que caracterizaban al partido.
Sin embargo, Cambronero dejó claro que su decisión de separarse del PLP no compromete sus objetivos legislativos, sino que responde a un deseo de actuar con coherencia y efectividad en su labor política. En su mensaje, destacó que continuará trabajando en favor de los intereses de la ciudadanía y por una Costa Rica más inclusiva, con una visión enfocada en la modernización del Estado, la reducción del costo de vida y el fortalecimiento de las instituciones democráticas. "Seguiré abierta al diálogo y la cooperación con quienes compartan una visión de progreso y responsabilidad", agregó.
Con esta renuncia, Cambronero se convierte en la tercera diputada de la actual Asamblea Legislativa en declarar su independencia. Se une a las diputadas María Marta Padilla Bonilla, quien fue expulsada del Partido Progreso Social Democrático (PPSD) en diciembre del año pasado, y Gloria Navas Montero, quien renunció a Nueva República (NR) en abril tras la presión del Comité Ejecutivo del partido.
En Costa Rica, el sistema electoral y la estructura de la Asamblea Legislativa están basados en las fracciones de los partidos políticos, lo que significa que los diputados electos suelen actuar como parte de estas agrupaciones. Aunque algunos congresistas optan por separarse de su partido para declararse independientes, este estatus no está completamente regulado por el Congreso, lo que genera una serie de limitaciones en cuanto a derechos y prerrogativas.
Entre las restricciones a las que se enfrentan los diputados independientes se encuentran: la imposibilidad de ser considerados jefes de fracción, la exclusión de la formación de la agenda de consenso, limitaciones en el uso de la palabra en debates y el análisis del mensaje presidencial, así como restricciones en el acceso a oficinas, equipos y personal. Además, no pueden presentar mociones para alterar la agenda del Plenario, solicitar recesos o votar en las reuniones de jefes de fracción.
Aunque estas limitaciones han sido objeto de recursos legales y acciones de inconstitucionalidad, la Sala Constitucional ha determinado que la diferenciación entre diputados independientes y aquellos que forman parte de una fracción no constituye una discriminación, ya que los congresistas independientes están en una situación distinta, lo que justifica un trato diferenciado por ley.
La diputada Cambronero, al igual que sus colegas independientes, deberá enfrentarse a estos desafíos mientras continúa ejerciendo su función legislativa.
Fuente: Delfino