La violencia contra la mujer sigue siendo una de las violaciones de derechos humanos más prevalentes en el mundo. Cada 10 minutos, una mujer pierde la vida de manera violenta, generalmente a manos de su pareja o un miembro de su familia. Además, casi una de cada tres mujeres ha experimentado violencia física o sexual en manos de su pareja, mientras que 230 millones de mujeres y niñas entre 15 y 49 años han sido sometidas a mutilación genital femenina. En muchas regiones del mundo, incluso 139 países carecen de leyes adecuadas para prevenir el matrimonio infantil.
Hoy, 25 de noviembre, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una jornada clave para visibilizar una problemática que afecta a millones de mujeres globalmente. La violencia en sus diversas formas sigue siendo una pandemia que atraviesa todos los continentes. Como señala María José Hernando, especialista en estudios de Manos Unidas, "las mujeres siguen enfrentando discriminación y violencia, tanto en el ámbito público como privado, con restricciones legales y culturales que les impiden acceder a derechos fundamentales como la educación, la salud, la propiedad y la vivienda". Muchas mujeres, en diversas partes del mundo, se ven forzadas a contraer matrimonios, no pueden heredar propiedades o quedan atrapadas en un ciclo de vulnerabilidad perpetua.
La ONU define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico", que incluye también amenazas, coacciones y la privación de libertad. Entre los tipos de violencia más devastadores se encuentran la trata de personas, la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil, que siguen siendo prevalentes, especialmente en los países donde organizaciones como Manos Unidas trabajan.
A nivel mundial, se estima que 736 millones de mujeres, casi una de cada tres, serán víctimas de violencia física o sexual a lo largo de sus vidas. Las mujeres más vulnerables son aquellas que pertenecen a minorías étnicas, viven en zonas de conflicto, son migrantes o refugiadas, o tienen orientaciones sexuales diferentes. A pesar de los avances en la lucha por la igualdad de género, la impunidad sigue siendo una constante, especialmente para las víctimas de sectores marginados y empobrecidos.
En este contexto, desde organizaciones como Manos Unidas se trabaja para erradicar la violencia contra las mujeres, con especial enfoque en América Latina, Asia y África. A través de sus proyectos, la ONG se dedica a erradicar la violencia y sus causas estructurales, promoviendo la capacitación y fortalecimiento de las mujeres y niñas, garantizando su acceso a derechos fundamentales y a una vida libre de violencia.
El trabajo de Manos Unidas también busca sensibilizar a las comunidades sobre la importancia de la educación y la prevención. Se promueven redes de apoyo y justicia, con el objetivo de acabar con la impunidad y permitir que las mujeres puedan vivir sin miedo y participar activamente en las decisiones de sus comunidades. "Todos podemos contribuir a la lucha contra la violencia de género", afirma Hernando, "al crear una sociedad más justa e igualitaria para todas las mujeres y niñas".
En los últimos cinco años, Manos Unidas ha destinado más de cuatro millones de euros a 48 proyectos que han beneficiado a casi 134.000 mujeres y niñas en América, Asia y África. Un ejemplo de estos esfuerzos se encuentra en Sierra Leona, donde se han implementado medidas especiales para abordar la crisis de violencia de género que afecta a las mujeres en este país.
El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer es una ocasión para reflexionar sobre la urgente necesidad de erradicar esta violencia, reconocer las acciones que ya se están tomando y fortalecer la lucha para garantizar un futuro libre de violencia para todas las mujeres y niñas del mundo.
Fuente: Manos Unidas