Perú
La gestión del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, enfrenta un nuevo desafío en términos de confianza pública. De acuerdo con una reciente encuesta realizada por Datum, la desaprobación hacia el alcalde ha alcanzado un récord del 69%, un aumento significativo desde el 61% registrado hace dos meses. Esta cifra revela un incremento de 8 puntos porcentuales en los últimos tres meses y un aumento de 15 puntos porcentuales en comparación con el mismo mes del año anterior.
La caída en la aprobación del alcalde también es notable, con un registro actual del 25%, tras una disminución de 7 puntos porcentuales. El sector de la ciudadanía que no tiene una opinión clara se mantiene en un 6%, su nivel más bajo hasta la fecha.
Este deterioro en la imagen del alcalde coincide con el conflicto reciente relacionado con la construcción de la Estación Central de la Línea 2 del Metro de Lima. López Aliaga había acusado al consorcio constructor, al Ministerio de Transportes y Comunicaciones y a la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y el Callao (ATU) de incumplir con las ordenanzas municipales y de no contar con un plan de desvíos aprobado. Sin embargo, el Ministerio de Transportes aclaró que el plan de desvíos había sido propuesto por la propia Municipalidad de Lima y que la ley exoneraba al proyecto de la necesidad de un permiso previo.
En medio de esta controversia, el alcalde López Aliaga ha presentado un plan para mejorar la seguridad en Barrios Altos, proponiendo un piloto que permitiría a los residentes dejar sus puertas abiertas con total seguridad. Durante la entrega de la fachada restaurada de la iglesia de la Buena Muerte, el alcalde defendió su propuesta, afirmando que el área tendría una flota de seguridad, motos y cámaras para garantizar la seguridad de los vecinos.
López Aliaga comentó: “Vamos a destinar una flota importante de seguridad, de motos y cámaras a Barrios Altos. Será nuestro piloto. Aunque se rían de mí, yo digo las cosas como son. [...] Estoy hablando de un piloto para implementar motos en el serenazgo y la policía en Barrios Altos, con el objetivo de que, como en muchas ciudades de Europa, se pueda dejar la puerta abierta.”
Sin embargo, los residentes de Barrios Altos han manifestado su escepticismo respecto al plan de seguridad del alcalde, afirmando que continúan enfrentando problemas de delincuencia. Una vecina comentó: “El alcalde está loco, que él deje abierta su oficina.”
Fuente: Infobae