En Chile Tribunal presiona al Congreso y acelera proceso de nombramiento de nuevos ministros



Chile 

Con un mes de anticipación, a mediados de diciembre, llegó el oficio de la presidenta del Tribunal Constitucional (TC), Nancy Yáñez, comunicando a la sala del Senado que el 12 de enero culminarán su mandato dos integrantes de esta corte: los ministros Nelson Pozo Cristián Letelier.

Si bien es normal que, ante cada final de período, el TC formule el llamado a llenar las vacantes, lo usual es que esta carta llegue después y no antes, como ocurrió en esta ocasión.

El apuro tiene una explicación. Con la salida de Pozo (magistrado ligado al PS) y Letelier (exdiputado de la UDI), el tribunal quedaría con solo seis integrantes titulares y dos suplentes, y el quórum mínimo para sesionar y resolver es de 8 ministros.

Si solo uno de ellos (titular o suplente), sale de vacaciones, viaja fuera del país o se enferma, el TC quedaría paralizado.

A ello se sumaron otras complejidades adicionales.

No ha sido fácil convencer a abogados expertos en Derecho Administrativo o Constitucional que acepten someterse al proceso de designación.

La experiencia reciente indica que el escrutinio público para estos nombramientos ha sido agresivo y comparativamente la retribución salarial de un ministro del TC ha disminuido respecto de lo que gana en el mundo privado un experto con “a lo menos quince años de título de abogado”, que se haya “destacado en la actividad profesional, universitaria o pública”, según exige la Constitución.

Según admiten en el oficialismo y en la oposición, el fallido y soterrado intento de La Moneda para subir la remuneración de estos magistrados en $ 3,5 millones, en el último proyecto de reajuste del sector público, obedecía a una jugada de última hora para tratar de persuadir a posibles postulantes.

Sin embargo, la maniobra fracasó luego de que el hecho fuera alertado por algunos diputados. Al final, ningún sector político estuvo dispuesto a defender una medida impopular.

Con ese escenario, en el Senado y en la Cámara están conscientes de que es urgente destapar estos nombramientos y de que ya no hay más margen para desacuerdos.

Desde 2022, ya han fracasado dos procesos de nominación para llenar otras vacantes que deben ser apoyadas por 103 diputados y luego 33 senadores (los cupos de los exministros Gonzalo García y Juan José Romero).

Por lo tanto, en el Congreso ya tienen decidido que, en la primera semana de 2024, al regreso del receso de las fiestas de fin de año, deben zanjar quiénes serán los nuevos miembros del TC.

Fuente: La Tercera

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Bestiario Político No. 72