Eduardo Verástegui evalúa la candidatura a la presidencia en 2024

 


México

Redacción Sufragio

Eduardo Verástegui, conocido productor de cine y líder del controvertido Movimiento Viva México, ha dejado entrever su posible incursión en la arena política al considerar la posibilidad de postularse como candidato a la Presidencia de México en las elecciones previstas para el año 2024. Aunque ha enfatizado que esta decisión sería "el proyecto más grande" de su vida, también ha subrayado la importancia de que esta elección esté alineada con la voluntad divina.

La declaración de Verástegui ha surgido en el contexto de los movimientos políticos que han comenzado a gestarse en el horizonte electoral. La posibilidad de que un candidato de ultraderecha emerja como una opción viable ha sido abierta por Juan Iván Peña Neder, líder del partido sin registro México Republicano. Peña Neder ha señalado que Verástegui podría optar por presentarse como candidato independiente en representación de los intereses de su partido, en caso de que decida entrar en la contienda presidencial.

Verástegui ha manifestado que su consideración de la Presidencia no se limita a un mero afán político, sino que está arraigada en su deseo de "servir" a la sociedad y al país. Ha destacado la importancia de abordar el llamado al servicio desde diversas perspectivas y ha resaltado cómo ha combinado la política, el arte, la ética y el compromiso con la nación en su trayectoria. En este sentido, ha mencionado que diversas personas le han extendido invitaciones para sumarse a la política a través de una candidatura independiente, argumentando que la población ha perdido confianza en los partidos políticos tradicionales.

El reconocido productor ha compartido que está reflexionando profundamente sobre esta posibilidad, buscando orientación divina para tomar una decisión trascendental. Verástegui ha descrito su proceso de toma de decisiones como un proceso guiado por la oración, el ayuno y la búsqueda de señales divinas. Su enfoque incluye una evaluación exhaustiva de si esta empresa es una verdadera llamada de Dios y si está destinada a impactar positivamente en la nación.

En última instancia, Eduardo Verástegui ha concluido que la decisión de aspirar a la Presidencia es de gran envergadura y no debe ser tomada a la ligera. Con humildad y determinación, está explorando la posibilidad de emprender este camino político como una forma de servir a su país y cumplir con lo que perciba como una misión divina. Su postura continúa generando atención y debate en la esfera política mexicana mientras el país se acerca a las elecciones de 2024.

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Bestiario Político No. 72