Argentina
Redacción Sufragio
En una sesión que mantuvo a todos en vilo, la oposición logró una ajustada victoria al imponer su reforma de la Ley de Alquileres, marcando un hito en el escenario político. Con 125 votos a favor, 112 en contra y 3 abstenciones, la reforma se convirtió en una media sanción, después de intensas negociaciones entre Juntos por el Cambio y otros bloques intermedios como el Interbloque Federal, los rionegrinos de Provincias Unidas y los libertarios.
El resultado de la votación resultó sorprendente en su distribución. JxC, la mitad del Interbloque Federal y los rionegrinos se alinearon a favor de la reforma, mientras que el Frente de Todos, partidos de izquierda, los libertarios y un par de diputados del IF se manifestaron en contra. En un acto de equilibrio curioso, el socialismo, junto con un diputado del FdT, optaron por la abstención.
La jornada estuvo marcada por una tensión palpable. Horas antes de la votación, JxC había intentado derogar la ley en cuestión, aunque sin alcanzar el número necesario. En su lugar, se conformaron con una reforma que reducía la duración de los contratos de alquiler de tres a dos años y permitía ajustes cada cuatro meses en lugar de anualmente, como establecía la ley vigente.
El oficialismo, consciente de la fuerza de la oposición y la posibilidad de quórum, logró una pequeña victoria al aprobar una resolución judicial que permitía el secuestro del celular de Gerardo Milman, en un giro que generó protestas entre los inquilinos.
La cuenta regresiva para el quórum fue emocionante. Apenas minutos antes de las 12 del mediodía, JxC estaba haciendo cuentas meticulosamente. Con todo su bloque asegurado, excepto uno, y la promesa de apoyo de otros partidos, la situación era incierta. Con la chicharra marcando el inicio de la sesión, los diputados cambiemitas ingresaron uno a uno, sumando lentamente los votos necesarios para el quórum.
Los rionegrinos de Provincias Unidas, a pesar de ser aliados del oficialismo, apoyaban el dictamen de minoría de la oposición, lo que añadía un giro intrigante a la situación. Finalmente, justo antes de que se agotara el tiempo, el quórum se logró con la entrada de los dos diputados socialistas faltantes.
La discusión en el recinto fue acalorada y apasionada. El oficialismo defendió su propuesta de mantener la base de la Ley de Alquileres con algunas modificaciones, como beneficios fiscales para propietarios e inquilinos. Argumentaron que la normativa debía proteger al más vulnerable en esta relación asimétrica.
En contraste, la oposición presentó un proyecto de minoría que apuntaba a mejorar la oferta y fomentar el alquiler de propiedades. Criticaron el fracaso de la ley vigente al reducir drásticamente la oferta de propiedades disponibles en alquiler. Argumentaron que los cambios propuestos eran perjudiciales para los inquilinos y acusaron al lobby inmobiliario de influir en la discusión.
En un final con sabor agridulce, la nueva ley de alquileres fue aprobada, estableciendo un acuerdo de partes y dejando algunas inquietudes entre los legisladores. A pesar del resultado, quedó claro que el debate sobre la regulación de los alquileres continuará generando fuertes opiniones y tensiones en el futuro político del país.