El deseo de Rodrigo Chaves de “transformar Costa Rica” afecta la salud pública y la educación



Internacional 

 El candidato presidencial Rodrigo Chaves siempre se ha declarado opositor de los partidos políticos tradicionales, pero  deseo de “transformar Costa Rica” lo llevó muy lejos. Ahora en la mira del presidente costarricense y su equipo están las bases constitucionales de los sistemas de educación y salud que elevaron el bienestar en la nación centroamericana durante décadas, pero ahora busca revertir.

Confiado en una aprobación popular superior al 60%, a pesar del desgaste de los últimos meses, el gobierno de Chaves está dispuesto a luchar simultáneamente en áreas igualmente sensibles, lo que ha causado polémica en los sectores de educación, salud e incluso en la oposición.

 Por un lado, su gestión centralista y discurso crítico del Ejecutivo frente al funcionamiento de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), la destacada entidad estatal que administra la extensa red de hospitales y clínicas estatales, llegó a cuestionar la sanidad universal establecida. modelo en la Constitución Política, lo que está causando polémica en el país.

En ese sentido, Chaves justifica las limitaciones presupuestarias a la educación y calificó como resultado de “una medida populista” el artículo de la Constitución Política que fija la inversión pública en educación en un mínimo equivalente al 8% del PBI, explicó el mandatario tras criticar a las universidades públicas.

Ahora la polémica se desarrolla en medio de un clima político tenso entre Chaves, con sus seguidores y con algunas figuras destacadas de la derecha antiestatal, y sectores universitarios y de la salud apoyados por algunas de las bancadas opositoras que conforman la mayoría en el Legislativo. 

A finales de junio miles de universitarios y miembros de gremios docentes recorrieron San José para exigir el cumplimiento del presupuesto de los centros de educación superior que albergan a unos más de 125 mil estudiantes.

Existe un hartazgo generalizado por parte de agrupaciones civiles, sindicatos y partidos políticos de oposición ha crecido tras el primer aniversario de Chaves en el poder, el pasado 8 de mayo, cuando llegó prometiendo luchar contra la corrupción y trabajar por la eficiencia del Estado. 

Están en juego los dos pilares del sistema de bienestar de Costa Rica, la educación y la salud, pero ahora bajo presión por las medidas  Chaves y su gabinete quieren implementar, aunque las promesas de campaña nunca incluyeron reducir la inversión estatal en Educación o intervenir en la CCSS como lo ha hecho, incluso de calificar de inviable el actual sistema de salud.

Por último modelo de cobertura universal no es el único mandato de la Constitución que ahora cuestiona el gobierno de Chaves. También está en la mira el artículo 78, que obliga al Estado a invertir en los servicios de educación preescolar, primaria, secundaria y universitaria, un monto no menor al 8% del PBI, meta que ha sido incumplida en varias ocasiones pero nunca antes había sido abiertamente cuestionada, ni criticado al gremio universitario.

 “Uno no puede dejar de preguntarse racionalmente si un país que envejece, donde cada vez hay menos estudiantes, debería haberse atado al 8% del PIB. Me parece que esto pudo haber sido, en consecuencia y en la intención, una medida populista en ese momento”, dijo refirió el mandatario costarricense.

Fuente: El País

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Bestiario Político No. 72